La pérdida desconocida equivale al 1,33% de las ventas del sector minorista en España y asciende a 2.487 millones de euros.
España es el sexto país del mundo y el tercero de Europa con un mayor índice de pérdida desconocida en los comercios minoristas, sólo por detrás de México, Holanda, Finlandia, Japón y China. Es una de las conclusiones del Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución 2014-2015, elaborado por The Smart Cube y el analista Ernie Deyle con el apoyo de CheckpointSystems.
El estudio cifra en 2.487 millones de euros las pérdidas ocasionadas por el hurto en España, lo que equivale al 1,33% de las ventas del sector minorista. Esto supone una ligera mejoría respecto al 1,36% de 2014. En un contexto mundial de reducción de la pérdida desconocida, el estudio señala que las cadenas españolas se encuentran entre las más concienciadas del mundo sobre la necesidad de invertir en soluciones antihurto. El coste de la delincuencia y de su prevención ya representa el 2,21% de la facturación del retail en España y asciende a 4.144 millones, lo que supone 238 euros para cada familia española.
Según David Pérez del Pino, Director General de Checkpoint Systems en España y Portugal,“con los datos del Barómetro Mundial del Hurto en la mano, podemos decir con orgullo que los comercios españoles están en la vanguardia europea de la prevención contra el hurto. La profundización en la precisión de inventario con RFID, la protección en origen y el análisis de datos para conocer lo que pasa en las tiendas determinará el éxito de las políticas empresariales para vender más, perder menos y ofrecer una experiencia de compra excelente al consumidor final”.
La información aportada por el Ministerio del Interior confirma la tendencia a la baja del hurto en España. Según datos de las unidades policiales españolas, en 2014 se denunciaron 183.753 hurtos en establecimientos y recintos, un 5,16% menos que el año anterior. Con la reforma del Código Penal español que entró en vigor el pasado 1 de julio, el hurto en tiendas ha pasado a ser considerado un delito leve. Si el valor del hurto excede los 400 euros, la pena puede ser de entre 6 y 18 meses de prisión. Por otro lado, romper alarmas u otros dispositivos de seguridad conlleva penas superiores, por lo que el Barómetro Mundial del Hurto concluye que la nueva ley permite a los minoristas proteger tanto sus sistemas de protección electrónica de artículos como las demás inversiones en seguridad.
En todas las regiones, el mayor índice de pérdida desconocida en 2014-2015 se registró en las farmacias y parafarmacias, las tiendas de ropa y las tiendas de joyería y relojería. Una de las causas de que esos establecimientos presenten un índice de hurtos tan elevado radica en que los artículos que comercializan se pueden ocultar y revender a buen precio con mucha facilidad y sin que haya consecuencias legales significativas. Los índices más bajos de pérdida desconocida correspondieron a los clubes de compras y las tiendas de mascotas. Las farmacias y parafarmacias registraron el índice de pérdida desconocida más elevado (1,62 pp) de 2014-2015 (con respecto al año anterior).
Otro tipo de establecimientos que han experimentado un gran aumento de la pérdida desconocida son, entre otros, las tiendas de ropa (1,31 pp) y otros establecimientos de distribución no alimentaria (0,70 pp). Los grandes almacenes registraron una mejora de 0,87 pp, la más elevada entre todos los tipos de establecimiento. La delincuencia organizada está afectando a todo el sector de la distribución minorista y es una de las principales causas de que la pérdida desconocida sea tan elevada en las farmacias y parafarmacias. Los artículos que este tipo de delincuentes hurta normalmente comprenden medicamentos, leches infantiles y productos de salud y belleza.
Algunos de estos grupos de delincuentes tienen operaciones logísticas complejas con cuentas de empresa ficticias. De esta forma pueden vender los bienes hurtados a mayoristas, que a su vez se los venden a los mismos minoristas que han sido objeto del hurto. Los delincuentes cada vez son más sofisticados y más hábiles, lo que plantea un serio problema para los minoristas.En España, el hurto externo es, con diferencia, la principal causa de la pérdida desconocida, representando el 52% de las mermas. Pese a que a nivel mundial el hurto interno, perpetrado por los trabajadores, es la principal fuente de pérdidas, en España solo representa un 18%. Los errores administrativos suponen el 25% de las pérdidas en la misma línea que el año pasado, pero la incidencia del fraude de proveedores baja del 20% al 5%, ya que los minoristas están incrementando las medidas para combatirlo, como camiones sellados, control de alarmas, vigilantes de seguridad, cámaras de vigilancia y RFID en origen para lograr una trazabilidad de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro. De hecho, el estudio señala que el 20% de las pérdidas se producen antes de que los artículos lleguen a las tiendas, ya sea en los centros de distribución o durante el transporte.
Si hablamos de Salud y belleza, los productos que más hurtos registran son cuchillas de afeitar, productos de maquillaje, perfumes y fragancias, cremas de protección solar y productos de cuidado bucal.
La pérdida desconocida en los comercios españoles se sitúa en el índice más bajo desde 2010. Entre 2001 y 2007, el hurto descendió pasando de un 1,47% sobre el total de ventas al 1,28%. El inicio de la crisis económica mundial supuso un repunte de la pérdida desconocida alcanzando el nivel más elevado en 2011 (1,40%). La recuperación económica de los últimos ejercicios, combinada con la optimización de soluciones para prevenir la pérdida desconocida, ha provocado una mejora entre 2012 y 2014.