La despidieron de Esabe e intentó volver «ofreciendo el favor de Manos Limpias»
«Juanjo, buenas tardes. Soy Virginia López Negrete. Conforme hemos hablado te adjunto el borrador del contrato». Así arranca una carta de la abogada de Manos Limpias Virginial López al empresario Juanjo Prados, dueño de la empresa de seguridad Esabe y en busca y captura desde 2012. La misiva, fechada en septiembre de 2011, iba con membrete de Manos Limpias y estaba acompañada de una tarjeta de visita del mismo sindicato en la que la abogada se presentaba como «Jefe Asesoría Jurídica».
Virginia López, que ha sido denunciada por la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid por apropiación indebida de más de cien mil euros, había trabajado para la polémica empresa como delegada comercial en Valladolid. «No nos consiguió ningún contrato, no funcionó, y, tras pagarle durante bastantes meses, Juanjo decidió despedirla», asegura a ABC un exdirectivo de Esabe.
Pedía 7.000 euros netos mensuales
«Un tiempo después Juanjo recibió una carta de Virginia López pero de parte de Manos Limpias, en la que se ofrecía para volver a trabajar».Pedía 7.000 euros netos mensuales, bastante más del doble de lo que cobraba en su anterior etapa.
Se ofrecía como letrada externa a título personal, pero especificando quién era en el sindicato. ¿Por qué? «Juanjo me enseñó la carta», recuerda el citado directivo, que prefiere no publicar su nombre por los problemas de la compañía de seguridad. «Ella se vendía diciendo si me contratas a mí vas a tener a Manos Limpias detrás, eso para una empresa como Esabe con todos los problemas que tenía», añade.
«Amenazado»
En esos momentos Esabe estaba a punto de quebrar y bajo investigación policial y judicial. Además, un empleado había enviado un burofax al dueño de la empresa amenazándo con denunciarlo a través de Manos Limpias.
En este contexto, Virginia López, según refleja el contrato, ofrecía el «arrendamiento de los servicios profesionales del letrado». A cambio pedía una «iguala mensual» (una tarifa fija para disponer de un abogado externo) « a razón de SIETE MIL (7.000) euros mensuales , impuestos y retenciones NO incluidos, que se pagarán dentro de los primeros días de cada mes» (sic).
No responde
ABC llamó ayer de nuevo a Virginia López para recabar su versión de los hechos pero no respondió. El lunes, un día antes de desvelar el caso que ha investigado la Fiscalía, este diario la llamó dos veces a su móvil personal y le envió un mensaje -que recibió correctamente- perotampoco hubo respuesta alguna. Estos hechos, totalmente contrastables, chocan con la versión que difundió ayer Virginia López en aparaciones televisivas en la que reprochaba que «ABC no me llamó».
Hasta donde ha podido confirmar este periódico, la abogada de Manos Limpias no logró cobrar los 7.000 euros mensuales netos que exigía a Esabe. «Yo creo que Juanjo se lo tomó a risa porque le amenazaba bastante más el dinero que debía que lo que ahora le pedía la de Manos Limpias», sostiene un estrecho colaborador del dueño de la empresa de seguridad. Y tanto que Juan José Prados tenía otras amenazas. Sólo un año después de esta comunicación con Virginia López, la Policía acudió a la sede de la empresa y detuvo a la cúpula de la compañía, pero él se escapó. Permanece desaparecido desde octubre de 2012 junto a su esposa y uno de sus hijos.
Un juez lo acusa de adeudar más de 30 millones de euros a la Seguridad Social y a sus trabajadores, por lo que dictó una orden de busca y captura internacional. Dos mil empleados lo denunciaron por el impago de las nóminas, pero las investigaciones desvelaron una trama mucho más compleja. Presuntamenmte, el dueño de Esabe sobornaba a funcionarios para conseguir contratos públicos de seguridad -sector en el que llegó a colocar a su empresa entre las más grandes de España- y servicios.
En los registros aparecieron decenas de sellos falsificados de distintos organismos oficiales que eran utilizados para fingir que la empresa estaba al corriente con las administraciones. De este modo, Esabe podía presentarse a más concursos públicos ocultando que no cumplía las bases.