Ningún testigo, salvo Carlos Sosa, admite que exista enemistad con García-Panasco - La paraja de la juez echa la culpa al ministro Soria
El juicio por la demanda de Victoria Rosell contra la Fiscalía de Las Palmas quedó ayer visto para sentencia en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). El letrado de la magistrada en excedencia y diputada de Podemos, Luis Val, interrogó a cinco testigos para tratar de acreditar que el fiscal jefe de Las Palmas, Guillermo García-Panasco, ordenó investigar a Rosell en "plena" campaña electoral por "animadversión" hacia ella, con la finalidad de perjudicarla en ese proceso al abrir un procedimiento "reservado" en el que no ha podido defenderse.
Val apostó por escenificar la supuesta "enemistad manifiesta" entre Rosell, García-Panasco y la fiscal que éste puso al frente del expediente, Eva Ríos, pero el magistrado que presidió la vista, Javier Varona, cortó el interrogatorio varias veces para reconducirlo a los hechos del recurso, es decir, a la vulneración de derechos fundamentales planteada por la juez, que presenció la práctica de la prueba como público.