Los cuchillos de cerámica tienen un filo similar al de una cuchilla de afeitar, se pueden adquirir en cualquier tienda especializada y pasan inadvertidos en los detectores de metal.
Es el que habría sido blandido, según las hipótesis más probables, por los terroristas del 11 de septiembre de 2001 para desviar al menos uno de los aviones en Estados Unidos.
La nota avisando de una bomba clavada en la pared de un avión con un objeto punzante ha hecho saltar todas las alarmas. Una vez descartada la presencia de un paquete explosivo, la pregunta que se han hecho todos ha sido la misma: ¿Cómo es posible que alguien introduzca en un avión algo parecido a un cuchillo?
A pesar de que en este caso no se trataría de un fallo de seguridad, ya que, al parecer, se habría utilizado un cubierto de los utilizados en primera clase, un simple vistazo a Internet es suficiente para comprobar que existen, todavía, numerosas formas de burlas los controles en un sitio como Barajas, con un detector de metales y un escaner por el que pasa el equipaje de mano. ¿La más peligrosa? Los cuchillos japoneneses de cerámica.
Este tipo de navajas tienen un filo similar al de una cuchilla de afeitar y se pueden adquirir en cualquier tienda especializada.
El problema de ese tipo de cuchillo es que pasa inadvertido en los detectores de metal, y es el que habría sido blandido, según las hipótesis más probables, por los terroristas del 11 de septiembre de 2001 para desviar al menos uno de los aviones en Estados Unidos.
Las armas de hoja cerámica sólo se detectan con un registro personal y son millones de personas las que pasan por los aeropuertos. Si se hiciera un registro personal a todos, el sistema no funcionaría.
Los escáneres corporales, fáciles de burlar
Precisamente para evitar estos fallos, se han instalado en muchos aeropuertos escáneres corporales de seguridad que muestran practicamente desnudas a las personas.
La experiencia ha demostrado, no obstante, que también son sencillos de burlar. Si el objeto metálico no está colocado directamente sobre la piel, el escáner no lo detecta ya que no provoca el contraste necesario para ser identificado. Por ejemplo, al llevar un cuchillo cosido en el interior de la camisa, ésta se confunde con la prenda la pasar bajo el arco.
Además, estos equipos funcionan resaltando en color negro cualquier objeto de metal que el pasajero lleve en sus bolsillos o indumentaria. Desgraciadamente, el fondo de imagen del sistema, también es negro.
Por tanto, el color negro de un arma de fuego sujeta al lateral de la pierna queda prácticamente disimulado sobre el fondo negro. Si el técnico que maneja el escáner no está muy atento, no la verá.
Cuchillos y otros objetos punzantes pueden ocultarse adheridos a la espalda, y son prácticamente invisibles si se recubren con teflón. Incluso los explosivos plásticos son difíciles de ver si se adhieren sobre la piel como si fueran parte de la grasa abdominal.
Así, hace menos de un año, una periodista belga de 'Le Soir Magazine' logró traspasar los controles de seguridad de un aeropuerto del país con un cuchillo escondido en el sujetador y un paquete de 450 gramos de explosivos alojado en su equipaje de mano.
No es el único caso: un periodista del diario italiano 'La Repubblica' logró burlar dos veces en pocas horas los controles de seguridad de los aeropuertos de Roma y Milán Linate, donde embarcó con un afilado cuchillo de hoja cerámica, que exhibió en el avión sin que nadie se diera cuenta.