11 de diciembre de 2014

Guardia Civil y Policía investigan el origen de munición sin usar aparecida en 7 colegios

Más de un centenar de cartuchos y 4 grilletes han sido depositados en patios y vallas de los centros escolares- Los agentes y Educación tranquilizan a los centros y explican cómo actuar en caso de que se encuentre nuevo material

La Guardia Civil y la Policía Local de San Vicente del Raspeig investigan la aparición de más de un centenar de cartuchos de bala sin detonar y cuatro grilletes en siete colegios de San Vicente del Raspeig. La munición fue localizada sobre todo por profesores y padres en los patios de los centros, pero en algún caso no se pudo evitar que los niños llegaran a tenerla en sus manos. No obstante, de inmediato fue entregada a las fuerzas de seguridad, que tratan de averiguar quién o quienes y con qué intención han depositado estos objetos.

Un par de semanas atrás ya aparecieron unos cartuchos en el colegio Jaime I, pero en esa ocasión se atribuyó el hallazgo a que algún delincuente en plena huida se había deshecho del material y por alguna razón extraña lo había lanzado al patio de esta escuela. Pero el pasado sábado se localizaron unas esposas en la valla de un colegio y, posteriormente, cuando el martes se volvió a clase después del puente, se encontraron decenas de balas y otros tres grilletes repartidos entre los colegios Bec de l'Àguila, Azorín, Reyes Católicos, José Ramón García Antón, Raspeig y Juan Ramón Jiménez. Todo parece indicar que el autor o autores de estos hechos actúen siempre de noche.
La noticia ha corrido con rapidez a través de las redes sociales que utilizan los padres de la localidad y ya ha circulado la fotografía de unos grilletes. Ante la preocupación de los padres, tanto la Guardia Civil como la Policía Local han visitado los centros educativos y han emitido comunicados tranquilizando a toda la comunidad escolar ya que, aunque resulta extraña la aparición de esta munición, en sí misma apenas supone riesgo alguno.
En el colegio José Ramón García Antón, por ejemplo, el hallazgo de las balas se produjo sobre las nueve de la mañana del martes en tres pequeños patios que dan acceso a aulas de Infantil. Desde el centro escolar indicaron que eran más de sesenta los cartuchos, aunque fuentes policiales cifraron la cantidad en unos cuarenta.

En este caso, por temor a que los niños pudieran coger la munición, lo hicieron los padres y la entregaron al centro, que dio aviso a las fuerzas de seguridad y a la Concejalía de Educación. Cuando los agentes llegaron todavía quedaba cerca de una veintena de proyectiles en uno de los pequeños patios por recoger. Lo curioso, indicaron desde el García Antón, es que el material no estaba muy esparcido, de ahí la sospecha de que el autor pudiera haber accedido al centro. En este sentido, las citadas fuentes policiales apuntaron que, coincidiendo con estas apariciones, a lo largo del puente festivo se activó la alarma de alguno de los centros educativos de San Vicente.

En manos de los niños
Una hora antes, sobre las ocho, fue cuando se localizaron los cartuchos de bala y los grilletes del colegio Reyes Católicos. En este caso se detectaron en la zona de patio que da acceso a un vial de servicio al que no se puede llegar con vehículo, salvo que desde el interior del centro se bajen unos bolardos.
La educadora responsable de la Escola Matinera vio la munición y avisó al conserje, aunque no se pudo evitar que algunos niños que estaban saliendo al patio localizaran algunos cartuchos y los llegaran a coger. No obstante, el personal del centro los recogió de inmediato y dio la alerta.
Entre el martes y ayer tanto la Policía Local como la Guardia Civil han estado visitando las escuelas y explicando cómo deben actuar en adelante. Antes de que los niños entren a clase por las mañanas, el personal del centro debe revisar estos días los patios y, en caso de que vuelva a aparecer algún objeto, avisar a la Guardia Civil o la Policía Local para que acudan a recogerlo. De este modo se evitará que otras manos contaminen los cartuchos o los grilletes y se dificulte la investigación policial, que es lo que ha sucedido con la mayor parte del material localizado hasta ahora.
Además, el intendente principal de la Policía Local ha remitido un escrito a los centros comunicando que tanto este cuerpo como la Guardia Civil están llevando a cabo una investigación coordinada «al objeto de esclarecer los hechos, así como identificar a la persona o personas que han dejado, arrojado, desprendido o desechado el material» en los centros escolares.

Tres tipos distintos de balas
Los cartuchos de bala aparecidos son de 9 mm parabellum, un modelo que utilizan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque también los emplean otras personas para usos, por ejemplo, como ejercicios de tiro. Un segundo tipo son de 38 mm, que llevan los vigilantes de seguridad y algunas policías locales como la de San Vicente, aunque ya ha dejado de utilizarlas. El tercer modelo es una bala de nueve milímetros corta, que corresp0nde a unas pistolas pequeñas, básicamente para defensa personal ya que tienen poca capacidad para matar.
Las citadas fuentes apuntaron que dada la cantidad de material abandonado, que no resulta fácil de conseguir en una armería y su elevado precio, todo hace suponer que el autor puede ser alguien con acceso a algún depósito de munición y que posiblemente se haya deshecho de todo ello con la intención de llamar la atención.
En el escrito que la Policía Local ha remitido a los colegios se trata de «transmitir la confianza en la investigación que se está llevando a efecto y solicitar la colaboración del centro para aportar cualquier tipo de información de que dispongan». Por otro lado, se solicita que si aparece nuevo material «se pongan en contacto inmediatamente con esta Policía Local o con la Guardia Civil de esta localidad, sin tocar, manipular o recoger previamente, ya que de ello se encargarán los agentes policiales».
El intendente ha pedido a las comunidades educativas «tranquilidad» y que valoren la aparición de este material «en su justa medida, sin generar alarmas innecesarias, confiando plenamente en la investigación policial que se está llevando a cabo para el esclarecimiento de los hechos».