29 de abril de 2017

Un vigilante es condenado por robar en las tiendas en las que trabajaba

Un vigilante de seguridad de dos establecimientos de la misma cadena, uno situado en la calle Ramón y Cajal y otro en Altamira, fue condenado por sustraer una televisión y una videocámara y vendérselas a un policía, quien desconocía su procedencia ilícita. Cuando el agente se enteró de que lo habían despedido del trabajo, comunicó a sus superiores que le había adquirido los objetos al vigilante. 
El procesado se declaró culpable de un delito continuado de hurto y aceptó ser condenado a seis meses de cárcel, que no cumplirá con la condición de que no vuelva a delinquir durante los dos próximos años. Además, deberá indemnizar a la empresa con 998 euros, que es el valor de los objetos que sustrajo. El juez tuvo en cuenta la agravante de abuso de confianza y la atenuante de dilaciones indebidas, pues cometió los hurtos en 2010 y el proceso judicial se retrasó por causas ajenas a él. 
Para apoderarse de la televisión de 32 pulgadas, que costaba 499 euros, manipuló el sistema de seguridad de cierre de las puertas y lo inutilizó. Al estar desconectado, no se registró la apertura de puertas ni sonaron las alarmas. Además, desconectó las cámaras de seguridad.