La Fiscalía pide cinco años y seis meses de cárcel para el guardia, que intentó quedar a solas con la menor
L. B. B. | VALENCIA La sección quinta de la Audiencia de Valencia juzgó ayer a un hombre de 48 años, Joaquín G. C., por un delito continuado de abusos sexuales a una menor de once años, en 2011. El acusado trabajaba como vigilante de seguridad de un supermercado en una población de la Costera. En el trabajo, «entabló una relación de confianza con la menor, al haber mantenido ambos algunas conversaciones tras preguntarle [la niña] la ubicación de algunos productos».
Según el relato de la Fiscalía, Joaquín G. C. «se aprovechó de la relación de confianza que había generado en la menor» quien le había confesado que «quería ser policía de mayor» y la condujo a las escaleras del recinto comercial, cuando la niña realizaba unas compras en el supermercado. Con la excusa de que iba a enseñarle «como se hacían las detenciones» y simular un «cacheo», realizó tocamientos a la menor, a la que amenazó con que «no contase nada a sus padres o los metería en prisión».
El vigilante de seguridad intentó quedar a solas con la menor a la hora del cierre del supermercado, para «enseñarle a cerrar las puertas», con el ofrecimiento de darle cinco euros, pero la niña nunca accedió y contó lo ocurrido a sus progenitores, que interpusieron una denuncia.
La Fiscalía solicita por estos hechos una pena de cárcel de cinco años y seis meses de cárcel y la prohibición de contactar con la menor durante los próximos siete años. El acusado niega los hechos.