Templar no les ha pagado el mes ni les suministra uniformes de invierno, walkies o paletas para detectar metales
Los vigilantes de seguridad del conocido como Edificio Negro, que alberga varias delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía, denunciaron ayer que la empresa para la que trabajan, Templar, les adeuda actualmente el sueldo de un mes y no les dota del equipamiento necesario para su trabajo, por lo que la han denunciado ante la Inspección de Trabajo de Málaga.
El delegado sindical de este colectivo, David García, explicó ayer a este periódico que Templar Vigilantes de Seguridad se hizo con este servicio el pasado mes de mayo tras presentarse a un concurso abierto y apuntó que desde el principio ha venido pagando a los trabajadores con retraso, abonando las nóminas a mitad de mes y no antes del día 5, como es preceptivo. La empresa les adeuda ahora mismo la mensualidad del pasado mes de septiembre y tampoco ha facilitado aún a los vigilantes (nueve fijos y tres que realizan horas extra) los obligatorios uniformes de invierno. Los trabajadores, que fueron subrogados por Templar de la anterior subcontrata, tampoco cuentan con walkies para comunicarse entre ellos ni con paletas genéricas de detección de metales con los que realizar el control en la entrada de personas al edificio, tal y como está reglado para este tipo de servicios.
«Ni nos pagan ni nos tienen bien equipados para hacer bien nuestro trabajo. Es una situación dramática», lamentó García, que dijo que confían también en contar con el apoyo de la Junta de Andalucía para que esta situación se resuelva.
Según explicó el representante sindical, la firma alega que los problemas se deben a un supuesto embargo de sus cuentas por parte de Hacienda aunque ha asegurado a la Inspección de Trabajo que en las próximas semanas pondrá remedio a esta situación. Al parecer, y para evitar sanciones de la Inspección, la firma está obligada a ponerse al día para inicios del próximo mes de noviembre.