La reyerta empezó tras una protesta que se dio durante la visita de técnicos de la Comisión Europea.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla fue escenario ayer de otra reyerta. Sin embargo, ésta fue diferente a las que se han dado en los últimos tiempos, puesto que contó con la participación de residentes contra trabajadores de seguridad del centro. Como en ocasiones anteriores, las versiones de una y otra parte no coinciden. Sin embargo, los puntos en común son que un sirio terminó detenido por la Guardia Civil y que el encontronazo se debió a que algunos inmigrantes pretendían entrar en el comedor cuando éste ya había cerrado.
Todo ocurrió entre las 15:30 y 16:00 horas de ayer por la tarde, tras la visita de un grupo de técnicos de la Comisión Europea (CE) que acudieron al centro para evaluar cómo se habían aplicado las inversiones de Bruselas, según confirmaron a El Faro fuentes del centro. Durante dicha comprobación, medio centenar de sirios se concentró a las puertas del CETI al grito de “salida”, una reivindicación que ya habían hecho en otras ocasiones, dado que los que no solicitan asilo lamentan que su estancia se demore muchos meses.
Esta protesta hizo que los visitantes se viesen ‘bloqueados’ durante algunos minutos en el CETI y que una patrulla de la Guardia Civil tuviera que entrar para despejar el camino.
Horario de comedor
Sin embargo, la reyerta no tuvo nada que ver con la protesta anterior. Según fuentes del centro consultadas por El Faro cuando la visita salió del CETI algunos residentes intentaron entrar en el comedor, puesto que habían estado en la manifestación y no habían comido. Dos vigilantes dijeron a estos inmigrantes que el horario de comidas ya había terminado y los sirios increparon a los trabajadores del centro.
Según estas mismas fuentes, los residentes rodearon poco a poco a los encargados de seguridad, que finalmente fueron agredidos y trasladados a urgencias por heridas de diversa consideración. “Uno de ellos se fue con el labio partido y el otro tenía dolor en las encías”, sentencia esta fuente del centro.
“Jamás en la vida habían agredido a trabajadores de esa manera”, apunta esta fuente, que añade que, pese a que las peleas se llevan sucediendo desde hace un par de meses, lo de ayer fue insólito.
Versión de los sirios
Sin embargo, la versión de los residentes sirios es totalmente opuesta. Algunos refugiados con los que habló El Faro explicaron que la reyerta se ocasionó también a causa de la negativa de los trabajadores de dejar entrar en el comedor a los manifestantes.
Sin embargo, los sirios aseguran que, ante la insistencia de los inmigrantes que pretendían entrar en la sala para comer, un vigilante de seguridad “empujó” a uno de los residentes, lo que desencadenó la respuesta de este sirio, que finalmente fue detenido.
“Los vigilantes van a poner la denuncia correspondiente por la agresión”. Así de contundente se mostró ayer una fuente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes consultada por El Faro, que añadió que “es normal” que los residentes cumplan las mismas normas de convivencia y legalidad que el resto de ciudadanos de país al que acuden.
“No está justificado que no cumplan las leyes o que agredan a alguien”, aseguró también esta fuente, que dijo entender la “desesperación” de los sirios, pero que abogó por que éstos cumplan las reglas ciudadanas.
“Los residentes que piden asilo están tardando alrededor de un mes en salir del CETI”, indica también esta fuente, que apostilla que si los sirios quieren tener la condición internacional de refugiado tienen que empezar por pedir asilo en el país que llegan, en este caso España. “Tenemos que priorizar para sacarlos de Melilla”, argumenta esta persona, alegando que los trámites son más directos si se pide asilo en la ciudad.