Un total de 73 ayuntamientos de Castilla y León cuenta con policía local y una veintena con vigilantes, con lo que en la Comunidad hay 2.390 agentes de policía local y 43 vigilantes, con una ratio de 1,41 efectivos por cada 1.000 habitantes.
Ampliar foto Así se desprende de los últimos datos, actualizados a 31 de agosto de 2015, con los que cuenta la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que reflejan un descenso global de ocho agentes de policía local en los ayuntamientos con respecto a diciembre de 2014.
De los 2.433 efectivos hay 2.203 hombres y 230 mujeres repartidos por los 93 municipios de las nueve provincias, entre las que sobresale Valladolid, con 570 policías locales, seguida de León, con 438, y Salamanca, con 376. Por detrás se sitúan Burgos, con 359, Ávila (166), Palencia (160), Zamora (155), Segovia (132) y Soria (77).
En cuanto a las policías locales de las capitales de provincia, en cinco de ellas se pierden agentes. En concreto, Valladolid es la ciudad en la que más efectivos hay, con 448, y pierde siete agentes con respecto a diciembre de 2014. Por su parte, pierden dos agentes León (216), Palencia (117) y Salamanca (257), mientras que Soria pierde uno y se sitúa en 60. El resto de capitales mantienen el mismo número que el año pasado, de manera que en Ávila hay 95, en Burgos 241, en Segovia 102 y en Zamora 104.
Los ayuntamientos —excepto las capitales de provincia— en los que aumentan los agentes de policía local son el abulense de Arenas de San Pedro (aumenta uno, hasta 12); los leoneses de Astorga (+1, hasta 21), Ponferrada (gana uno, hasta 76), Valencia de Don Juan (uno más, cuatro) y Villaquilambre (+1, tiene 14).
En Palencia Aguilar de Campoo tiene un agente más y llega a nueve; el ayuntamiento salmantino de Alba de Tormes llega a siete tras incorporar dos y los vallisoletanos de Tordesillas y Tudela de Duero ganan uno en cada caso (hasta 13 y 10 respectivamente), al igual que el zamorano de Benavente (llega a 32). Entre los que tienen vigilantes sólo hay un municipio, el leonés de Santa María del Páramo, que incrementa su número, hasta cuatro, con la incorporación de un efectivo.
Por su parte, el único ayuntamiento que tiene registrados policías locales (cuatro) y vigilantes (uno) es el vallisoletano de Íscar.
Requisitos aún sin cumplir
Para la creación de un cuerpo de policía local en los municipios de la Comunidad, según la Ley 9/2003 de 8 de abril, de Coordinación de las Policías Locales de Castilla y León, se establecen entre otros requisitos la necesidad de contar con una plantilla con un subinspector, un oficial y cinco agentes; cubrir el servicio de forma permanente y disponer de dependencias específicas y adecuadas a sus funciones, de medios técnicos idóneos y de suficiente dotación presupuestaria.
Sin embargo, hay municipios que cuentan con menos de cinco agentes, incluso algunos sólo tienen registrado uno o dos, por lo que se estableció un plazo de tres años transitorios en los que los ayuntamientos debían adaptarse a esta normativa.
Sin embargo, fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente han señalado a Europa Press que los ajustes que han tenido que acometer las administraciones, unido a la realidad geográfica, demográfica y de las circunstancias de muchos de los municipios del medio rural de la Comunidad han impedido la adaptación "de facto", si bien todos los municipios que cuentan con fuerzas de seguridad han mantenido dicho servicio, con efectivos que han permitido llevar a cabo "de manera eficiente" sus funciones.
En el caso de los municipios de menos de 5.000 habitantes, además, será necesario un informe no vinculante de la Junta en la que se consideren las razones de necesidad y los medios para su sostenimiento.
En el mismo texto legislativo se establece la posibilidad de que los municipios que no cuenten con cuerpo de policía local sí puedan disponer de un máximo de siete plazas de vigilante municipal, que ostentará funciones de agente de la autoridad, aunque a partir de este número se deberá crear un cuerpo de policía.
UNIFORMIDAD
Otra de las cuestiones que la Junta de Castilla y León ha tratado de homogeneizar es la uniformidad de los cuerpos de policía local, definida mediante el Decreto 104/2007, que daba un plazo de dos años para su adaptación.
Actualmente, todos los cuerpos disponen del mismo uniforme y, para ello, la Junta, durante este plazo de adaptación, concedió ayudas para la adquisición del primer uniforme, que también se ha entregado a os alumnos que han tomado parte en los cursos básicos de policía local —formación inicial que se da en Ávila— que se han impartido desde entonces. En cuanto al diseño e imagen de los vehículos, regulado en la Orden PAT/1056/2006, de 13 de junio, se preveía un plazo de tres años (finalizado en junio de 2009) para la adecuación de las flotas de vehículos a lo dispuesto en la misma.
Entre 2007 y 2011, la Junta concedió subvenciones para la adquisición de vehículos, que se entregaban ya con la nueva imagen institucional, y las policías locales han ido implantando la nueva imagen conforme han renovado la flota. Por ello, la imagen antigua que aparece en algunos vehículos se cambiará a medida que se renueven estos.