La Asociación de escoltas del País Vasco y Navarra ha ofrecido al Gobierno los servicios de sus miembros para dar seguridad a las instalaciones del tren de alta velocidad. Tras el sabotaje sufrido en Cataluña, donde desconocidos cortaron los cables de fibra óptica que aseguran las comunicaciones con los trenes obligaron a paralizar el tráfico del AVE, la asociación de escoltas ha recordado que hace tiempo ofreció la posibilidad de integrar a escoltas del País Vasco y Navarra en la protección de estas infraestructuras.
La asociación agrupa a muchos de los profesionales que durante años dieron protección a personas amenazadas por el terrorismo de ETA. Tras el anuncio de la banda de poner fin a la violencia, el número de escoltas se fue reduciendo paulatinamente: de los 3.500 efectivos que llegó a haber se ha pasado a poco más de 200 actualmente.
Los escoltas ofrecieron al Gobierno una posible integración de profesionales en servicios protección de víctimas de violencia de género, en control de seguridad en prisiones “y, además dos extremos que en su momento pasaron desapercibidos para el público en general, en la protección y seguridad de vías férreas del AVE y control de transporte de pasajeros”, indica la asociación.
El presidente del colectivo, Santiago Fontenla, señaló que “en los desplazamientos de pasajeros por carretera no existe control alguno de equipajes”. Para el presidente de la Asociación de Escoltas del País Vasco, “es lamentable que el tiempo nos de la razón. Pedimos al Gobierno que atienda nuestras demandas porque llevan aparejada la seguridad para un buen número de españoles”.
Santiago Fontenla recuerda que entre las propuestas transmitidas al Gobierno “se encontraba la seguridad del AVE y otra que consideramos aún más importante: la seguridad de pasajeros por carretera. En su omento constatamos que no existía seguridad sobre el equipaje de líneas de autobuses y a día de hoy sigue igual, siendo cualquier línea férrea o de autobuses susceptible de sufrir un atentado, sobre todo por parte de grupos islamistas”.
Los escoltas se ofrecen otra vez para realizar “un servicio imprescindible” para la sociedad española”, afirma Fontenla.