La acuasación pide 5 años al vigilante, que supuestamente rompió la mandíbula a un cliente
Un portero que en agosto del 2014 trabajaba en el Dux Coruña será juzgado por un delito de lesiones por el que la acusación pide que se le imponga una pena de 5 años de prisión, así como una indemnización para la víctima de 15.000 euros. Ese dinero, en caso de que el trabajador sea condenado, deberá abonarlo el establecimiento hostelero ubicado en Cantones Village, pues se le reconoce como responsable civil subsidiario. El problema es que el juzgado investigó sus bienes por si podrían ser embargables en caso de que se declare culpable al portero y no encontró nada.
Así lo cuenta el secretario judicial en un decreto publicado el pasado día 4: «En el procedimiento se acordó requerir a Dux Coruña para que prestara fianza en cantidad suficiente para asegurar las responsabilidades pecuniarias que pudieran imponérsele, no habiéndola prestado en el plazo legalmente establecido. Seguidamente se procedió a la investigación de los bienes de los que pudiera ser titular el referido, habiéndose informado por los organismos requeridos que no se le conocen bienes susceptibles de embargo, por lo que se declara insolvente, sin perjuicio de lo que proceda en el supuesto de que en el futuro mejore su fortuna».
Preguntado por el asunto a uno de los responsables del pub, este se remitió al despacho de abogados que defiende los intereses del establecimiento, como a la compañía de seguros, con la que tienen pactado una responsabilidad civil de más de tres millones. Sin querer entrar en el suceso en sí, dijo confiar en que la Justicia lo aclarará todo.
Los hechos por los que el portero será juzgado se remontan al 22 de agosto del 2014. Según la acusación pública, ejercida por el penalista Diego Reboredo, sobre las cinco de la madrugada se produjo un altercado en el interior del pub con varios involucrados. Uno de ellos, cuando se dirigía al portero, «este, le propinó una patada en el estómago y un puñetazo, tirándolo al suelo». Acto seguido, añade la Fiscalía, arrastró al cliente por el suelo hasta el exterior, momento en que la presunta víctima mordió en una mano al vigilante de seguridad, que en respuesta le dio dos puñetazos en la cara. Como consecuencia de los golpes, el cliente sufrió la rotura del arco cigomático y seno maxilar.