En octubre, un robo masivo en la red causó el corte de las comunicaciones entre Madrid y Barcelona. La alternativa es más barata y menos atractiva para las mafias
El último sabotaje al AVE en Cataluña, con el robo masivo de cable de cobre, provocó un corte de las comunicaciones entre Madrid y Barcelona durante más de tres horas. Más de 15.000 viajeros se vieron perjudicados. Para evitar una situación de caos similar, Adif va a comenzar a sustituirlos por cables de aluminio en los tramos más conflictivos y estratégicos de la red ferroviaria.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes conocedoras de los planes, el administrador de la infraestructura ferroviaria se ha decantado por este material porque resulta menos atractivo para el robo por parte de las mafias.
Aunque el despliegue está previsto en toda España, Adif tiene en cuenta que el año pasado se robaron un total de 141 kilómetros de cable en Cataluña, frente a los poco más de 50 kilómetros de media que se sustrajeron en el resto de las comunidades autónomas.
Mayor vigilancia de las infraestructuras
Según las fuentes consultadas, la sustitución del cobre por aluminio no va a ser la única acción que va a emprender la empresa pública para evitar este tipo de ataques a la línea de alta velocidad.
En el caso específico de Cataluña, en Fomento existe “cierto recelo” con la vigilancia de la red ferroviaria que aplica la policía autonómica, los Mossos d`Esquadra.
Por ello, no se descarta un refuerzo también de la seguridad privada, especialmente si tras las investigaciones, que se mantienen ahora bajo secreto de sumario, se concluye que existe además por parte de grupos independentistas un interés en paralizar el AVE a su paso por Cataluña.
El objetivo último de tales acciones, más que una operación con móvil económico, sería culpar al Estado español de una crisis de gran envergadura como esta.
El aluminio puede suplir al cobre
Expertos en este tipo de infraestructuras, a los que ha consultado ECD, explican que el cable de cobre tiene, respecto al aluminio, mejor conductividad y puntos de término más seguros.
Sin embargo, esta carencia se soluciona ahora utilizando cables de aluminio más gruesos y, por tanto, más resistentes al paso de la corriente eléctrica. Antes de la introducción de esas nuevas aleaciones, la exposición a los elementos provocaba que el metal se oxidara, creando problemas con los puntos de conexión.
El coste es también una de las razones principales por la que los conductores de aluminio se han convertido en una alternativa al cobre para el cableado eléctrico. Aunque el precio de los materiales fluctúan constantemente con la disponibilidad, el cable de aluminio es claramente menos caro que el cobre para este tipo de trabajos.
El peso es otro de los argumentos por el que las compañías optarán por utilizan el nuevo cable: el aluminio es mucho más ligero que el cobre, y por lo tanto hace que, para largas distancias, resulte más sencillo trabajar que los pesados conductores de cobre.
Profesionalización en el robo de metales
Las últimas operaciones desarticuladas por la Guardia Civil confirman la creciente profesionalización de las mafias del robo de cables de cobre. Hace unos días fue desarticulada una banda, integrada por rumanos, que operaba en varias provincias y vendía el material en Madrid.
Las organizaciones criminales preparan a conciencia sus planes de actuación. Una vez en el lugar donde van a actuar, se reparten las tareas. La mayoría busca el material y lo sustrae. El resto, vigila.
En muchas ocasiones, tardan varias horas ya que se trata de zonas rurales de difícil acceso. Cortan el cable y en una zona cercana extraen la funda de protección que lo recubre.
El material llega a las chatarrerías de madrugada. Estos establecimientos venden después el cobre a empresas de residuos de mayor tamaño, fundamentalmente a China, donde existe una gran demanda de este metal en los últimos años.