Desde “la guerra de terror”, que empezó 15 años atrás, el número de mercenarios contratados por las empresas militares y de seguridad privadas, que operan en las líneas de frente en el Oriente Medio y África, han proliferado sustancialmente.
El informe “Mercenarios desatados: el nuevo mundo de las Empresas Militares y de Seguridad Privadas (EMSP)” examina esta industria privada de millones de dólares.