El 72,6% de los españoles afirman que cuando acuden a un lugar que cuenta con los servicios de vigilantes de seguridad, se sienten más seguros. Este es uno de los resultados que se desprende del análisis de las cerca de 2.000 encuestas que se han realizado a ciudadanos de la Península, Islas Canarias y Baleares entre finales del año 2009 y comienzos del 2010. Se trata de una influencia positiva que ha aumentado ligeramente desde el año 2007, fecha en la que se realizó el primer estudio sociológico del sector, encargado por APROSER.
Además, un 63,3% de los españoles tiene una opinión positiva o muy positiva de las empresas de seguridad privada, una postura que también ha mejorado en los últimos años, ya que en el 2007 esta cifra se situaba en el 57,4%. Una revalorización similar sucede en el caso de los vigilantes, ya que al ser preguntados por los mismos, tres de cada cuatro españoles manifiestan tener una buena o muy buena opinión de este tipo de profesionales. No obstante, se observan ciertas diferencias de opinión en la población en función del contacto que ésta tenga con los profesionales del sector, ya que manifiestan una valoración más positiva aquellas personas que disponen de sus servicios en sus hogares, lugares de trabajo o zonas habituales de ocio.
De los resultados de las encuestas se desprende que los aspectos de los vigilantes de seguridad más valorados socialmente tienen que ver con su capacidad de dar seguridad a los ciudadanos, sin dejar de mencionar la atención y amabilidad en el trato que dispensan y que son unos referentes siempre dispuestos a ayudar. Su presencia y su labor de disuasión de la delincuencia, así como su profesionalidad, son otras de las respuestas espontáneas a las que más han apuntado los entrevistados.
En menor medida, los españoles opinan que son figuras que aportan tranquilidad al desarrollo de sus actividades laborales familiares y de ocio, estando "cuando se les necesita", e imponiendo respeto, pese a que son profesionales cercanos a la población.
Necesarios para la sociedad
Respecto al papel que juegan los vigilantes de seguridad, el 76% de los españoles cree que estos profesionales son "algo necesario para la sociedad"; un 68,6% considera que "son personas a las que se les puede pedir ayuda"; seguidos del 66% de los encuestados, que opina que son figuras "que contribuyen a aumentar la seguridad ciudadana en general"; frente a los españoles que creen que constituyen "una ayuda para la sociedad" (65,9%) y los que consideran que "son una garantía para la seguridad de los ciudadanos" (61,6%).
Por otro lado, el estudio pone de manifiesto que seis de cada diez ciudadanos afirman que los vigilantes de seguridad complementan las labores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Del mismo modo, un 57,9% de los encuestados ve a estos profesionales como figuras de autoridad.
En general, los españoles valoran positivamente a los vigilantes de seguridad, obteniendo una media de 6,33 sobre una escala de 10 puntos, siendo su profesionalidad y su amabilidad en el trato lo que más incrementa esta puntuación. De la misma manera, el valor de su formación, una de las más completas de todos los países europeos, así como la cercanía con la que interactúan con el ciudadano, constituyen uno de los puntos fuertes de estos profesionales a ojos de la sociedad.
En comparación con los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los vigilantes obtienen una puntuación ligeramente inferior a la media resultante para los primeros, principalmente, según los encuestados, porque la formación de éstos es más completa.
Nuevas vías de seguridad
Según los resultados de la encuesta, los españoles proponen la presencia de vigilantes de seguridad en algunas zonas en las que actualmente no es común su presencia. El primer lugar en el que los encuestados consideran que sería justo gozar de los servicios de la seguridad privada recae en las calles comerciales, seguida de los centros educativos y de los parques públicos.
En el caso de colegios, institutos y universidades, no se trata de un servicio que no se esté prestando en la actualidad. De hecho, los datos manejados por APROSER indican que éstos suponen un 1,79% de la facturación global del sector. No obstante, los resultados de la encuesta indican que a la población le gustaría que esta presencia se viese incrementada.
A la hora de valorar las posibles competencias de los vigilantes de seguridad en las calles de la ciudad, prácticamente todos los españoles estarían de acuerdo con que desarrollasen labores de vigilancia y control reteniendo a presuntos delincuentes hasta la llegada de la Policía (97%); vigilando las calles para disuadir actos de violencia (96,85); interviniendo en casos de agresiones para inmovilizar al agresor (96,4%) y pidiendo la documentación a los sospechosos (78,3%).
Un dato de relevancia que pone de manifiesto esta nueva versión del informe sociológico de la seguridad privada es el referido a la protección que la ley garantiza para los vigilantes frente a posibles agresiones que puedan sufrir en el desarrollo de sus actividades. Un 58,8% de los españoles consideran insuficientes las medidas de protección con las que cuentan los profesionales de la seguridad privada frente a las agresiones de presuntos delincuentes.