Huelva, 14 feb (EFE).- El Ministerio Fiscal ha solicitado 11 años de cárcel para F.J.L. el vigilante de seguridad que facilitó el robo de 1.022 kilos de hachís depositados en el edificio de Aduana de Huelva coincidiendo con las Campanadas de Año Nuevo de 2013.
En el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, se considera a esta persona como responsable en concepto de autor de un delito continuado de hurto, por el que se le pide un año y seis meses de cárcel; y otro delito contra la salud pública por el que se enfrenta a la pena de tres años y un día de prisión y multa de 100.000 euros.
Lo consideran cooperador necesario de un delito de robo con fuerza en las cosas y de un segundo delito contra la salud pública por los que se le piden seis años y seis meses de cárcel.
En la causa están implicadas otras 10 personas, que tienen afrontar peticiones de condenas de entre tres y siete años y medio de cárcel por delitos como robo con fuerza en las cosas, coacciones, o contra la salud pública; y seis de ellos, además a una multa de 6.200.000 euros.
Considera el fiscal que el acusado, F.J.L., aprovechando la confianza que tenían en él sus superiores, dado que, en su condición de vigilante de seguridad, llevaba realizando su trabajo durante los últimos doce años en el edificio de Aduanas de Huelva, a mediados del mes de noviembre de 2012 sustrajo una tableta de resina, que regaló a otros dos acusados a cambio de que le informaran de cómo vender una gran cantidad que pensaba sustraer de las dependencias.
Varios días después se apoderó de un fardo de hachís de 30 kilos, logrando su venta con la ayuda de parte de los acusados, por lo que a finales del mes de noviembre se apoderó de forma sucesiva de dos fardos más, siendo también vendidos, logrando en total unos 70.000 euros.
Uno de los acusados al tener constancia de los hechos se puso en contacto con tres personas, residentes en Sevilla, que deciden informarse qué empleado de Aduanas está sustrayendo los fardos de resina de hachís para, a su vez apoderarse, de ellos.
A mediados del mes de diciembre de 2012, tras varias gestiones lograron contactar con F.J.L. y contarle sus planes de sustraer la droga, proponiéndole que, si colaboraba con ellos informándoles del lugar donde se hallaba la droga y les facilitaba los medios para acceder a ella, le darían parte del dinero conseguido por su venta.