Asegura que el denunciante no ha aportado indicios testificales o documentales que prueben que hubo una actitud intimidatoria o amenazante por parte de la diputada
No hay caso. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia(TSXG) ha desestimado la denuncia presentada por un vigilante de seguridad del Parlamento de Galicia contra la diputada socialista Beatriz Sestayo por amenazas y un supuesto intento de atropello. Entiende el alto tribunal gallego que el guardia de seguridad no aportó los indicios testificales o documentales que acrediten la actitud «intimidatoria y amenazante» de la diputada ferrolana hacia su persona, motivo por el cual decidió archivar la denuncia.
El Tribunal Superior fundamenta su resolución en que tras el visionado de la grabación recogida por las cámaras de seguridad del Parlamento «no aparece confirmada» la versión del vigilante ofrecida a la Policía Nacional y ratificada en los juzgados de Santiago, según la cual Sestayo llegó a intimidarlo dando «pequeños acelerones» con su coche para intentar entrar al aparcamiento subterráneo, al que se le prohibió el acceso debido a que tenía otro vehículo estacionado dentro e inmovilizado desde hacía siete meses.
En la descripción del vídeo que se hace en el auto de archivo de la denuncia, el TSXG señala que «no se observa» en ningún momento que el guardia de seguridad se pusiera delante del coche de Beatriz Sestayo ni tampoco que la diputada diera pequeños acelerones para intimidarlo.
Apunta de igual modo el auto, basándose en el testimonio aportado por un agente de la Policía Autonómica que fue testigo de los hechos, que la diputada sí mantuvo una discusión con el vigilante del aparcamiento y que amenazó con dejar su coche abandonado en la puerta, bloqueando la entrada al párking, como finalmente hizo. Pero esta actitud en sí misma no puede se considerada delictiva, que al fin y al cabo es lo que se trataba de revisar, por lo que se pone punto y final al caso sin superar las diligencias previas.
«Se hizo justicia»
Beatriz Sestayo ha afirmado a Efe que «se hizo Justicia». Para la diputada, «al final», tanto el Tribunal Superior como la Fiscalía le dieron la razón y confirmaron lo que había dicho «en un comunicado a las 6 horas de conocer por la prensa los hechos: «que esos hechos era falsos y que se demostraría la verdad». Preguntada por las reacciones políticas a la acusación de que fue objeto, se limitó a señalar, como ya dijo en su día, que espera «que cada uno asuma la responsabilidad que deba por lo que dijo».