Un vigilante de La Juaida resulta herido grave tras intentar parar a los ladrones que reventaron en la madrugada del jueves la puerta de la nave con una excavadora robada.
«He hecho lo que tenía que hacer». Esta es la valiente, consecuente y animosa frase expresada por José L., un vigilante de seguridad del polígono industrial de La Juaida (Viator), que se jugó la vida para intentar que un puñado de ladrones se salieran con la suya. Las marcas que tiene en el cuerpo dan buena fe de ello. Una pierna vendada y profundas contusiones en todo el cuerpo, principalmente a la altura de la cadera. «Tardaré un tiempo en incorporarme a mi puesto», reconoce el vigilante, que se las tuvo que ver con los ladrones que robaron en la madrugada del pasado jueves una excavadora de unas 20 toneladas, capaz de levantar con su pala unos 1.000 kilos de peso, y derribaron la puerta de una distribuidora de tabaco situada en la calle Sierra de Cabo de Gata del citado polígono, tal y como adelantó la edición impresa de IDEAL.
José L. fue el primero en llegar al lugar de los hechos. «Escuché la alarma y supuse que provenía de la empresa Logista -distribuidora de tabaco-, ya que semanas antes habían robado por medio de un butrón en su fachada principal», destaca el vigilante de seguridad, quien accedió rápidamente a su vehículo y puso dirección a la nave. Su sorpresa fue mayúscula cuando alcanzó la puerta principal de esta empresa. «Observé que una gran excavadora había quedado empotrada en el interior de la nave tras llevarse por delante la puerta del edificio». Asimismo, el trabajador del polígono se percató de la presencia de varios individuos que, encapuchados y «muy sincronizados», estaban introduciendo cajas de tabaco en una furgoneta. Al parecer, junto a la excavadora y dicho vehículo, un todo terreno de alta gama escoltaba el acceso de la entrada.
Ante aquella estampa, el vigilante tomó la decisión de «cruzar» su vehículo en la salida con «la intención taponar el acceso provocado por la excavadora y así evitar que escaparan». Sin embargo, dos de los ladrones decidieron salir en su búsqueda. «No sabía si portaban pistolas. Así que tomé la decisión de salir del coche y plantarles cara», recuerda José L.
Fue en ese momento cuando los cacos retrocedieron y se subieron a los vehículos. «El todo terreno me esquivó, pero la furgoneta me atropelló y destrozó mi vehículo», atiende el vigilante tras señalar que la Guardia Civil llegó en «un intervalo inferior a los cinco minutos» desde que saltó la alarma. Pese a la rápida respuesta de la Benemérita, José L. quedó tendido en el suelo ante el plan de fuga ejecutado por los cacos.
José L. reconoce que los individuos, que lograron escapar del polígono con el botín aquella noche, «estaban muy organizados y tenían perfectamente estudiado el terreno». Es la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Almería quien investiga quiénes están detrás de los hechos de este robo doble: por una lado el de la excavadora y por otro el del tabaco arrebatado a la empresa.
«Deficiencias en seguridad»
El vigilante de seguridad herido señala que los asaltantes atravesaron con la excavadora el parque situado al oeste del polígono industrial. «Circulaban por la carretera Al-110 e invadieron los setos que separan la vía del polígono». El mismo lugar por donde habían accedido una semana antes los ladrones que practicaron un butrón en la empresa de distribución de tabaco. «Un hecho que pone de manifiesto las graves deficiencias de seguridad con las que cuenta el polígono», explicaron algunos trabajadores del recinto, quienes destacaron que hay «muchas vallas» del perímetro que están «destrozadas y no se reponen».
Tal y como adelantó IDEAL, los asaltantes de la nave de la empresa Logista tenían bien planeado el atraco. Durante la madrugada del jueves los ladrones -aún no se ha concretado el número de participantes- robaron una excavadora en un taller cercano al polígono industrial y reventaron la puerta de entrada de la nave, un espacio dotado con cámaras de seguridad, sensores de movimiento y alarmas colocadas estratégicamente.
Si bien, los ladrones, que tuvieron la suerte de no toparse con ninguna patrulla de la Guardia Civil durante el trayecto, dejaron huella antes de probar suerte con la nave industrial. Y es que unos metros más abajo, a la altura de un taller de coches, el paso de la máquina dañó todo el lateral de uno de los vehículos que se encontraban estacionados. La Guardia Civil trata ahora de dar con la banda organizada, que utilizó una furgoneta robada para huir de la escena del robo.