Los Mossos los arrestaron gracias al documento, la matrícula del coche del alunizaje y las cámaras
En los filmes 'Torrente' y 'Amor a quemarropa' sus protagonistas son identificados porque tras dar un golpe pierden el DNI en el lugar de los hechos. Se trata de un giro de guión hiperbólico que ningún espectador espera que pueda suceder en realidad. Pero esto exactamente es lo que ocurrió en el Alcampo de Sant Boi de Llobregat, cuando una pelea de cinco miembros de una misma familia contra los agentes de la seguridad privada del centro comercial terminó desencadenando un episodio de psicosis en el recinto.
Según ha podido saber este diario, durante el forcejeo entre los ladrones y los vigilantes, uno de los primeros perdió el documento de identidad. Los Mossos d’Esquadra lo encontraron y a esa pista, por si no bastaba, se le unieron las numerosas grabaciones de las cámaras de seguridad y la matrícula del coche -a su nombre- con el que realizaron el alunizaje que los clientes confundieron con disparos.
Los Mossos, tras ese aluvión de evidencias, procedieron a arrestarlos este martes a primera hora de la mañana. La detención del quinto se había producido varios días antes, el 5 de enero. Son vecinos del barrio de San Cosme del Prat de Llobregat, viejos conocidos de los investigadores ya que acumulan una treintena de detenciones por hurtos y robos con fuerza en coches y domicilios.
ROBO DE 'TABLETS'
Todo empezó cuando los vigilantes les sorprendieron desprecintando ordenadores portátiles y tablets para eliminar las alarmas electrónicas. Pero en lugar de rendirse, tras ser sorprendidos in fragnati y entregar los productos que escondían, reaccionaron atacando a los trabajadores de seguridad.
La pelea entre los vigilantes y dos agentes de la Guardia Civil fuera de servicio que les ayudaban y los cinco integrantes de esta familia, terminó cuando uno de ellos estampó un coche contra la puerta principal del Alcampo. Dos veces. El inesperado alunizaje funcionó porque pudieron huir los cinco, pero provocó una estampida en el centro.
El estruendo fue confundido por disparos por algunos clientes de la superficie comercial, atiborrado de compradores antes de la llegada de los Reyes Magos, y cundió el pánico. La avalancha de personas se saldó con 14 heridos, la mayoría víctimas de ataques de ansiedad.