La historia es muy triste. Máxime cuando están implicadas en ella entidades deportivas tan poderosas económicamente como el Barça y la UEFA. Sin olvidar a otras empresas como Prosegur y Securitas. Máxime cuando tienen la desvergüenza de ni siquiera presentarse a los juicios, como denuncia la afectada, Sofía Bessayah, que ha tenido que recurrir a change.org para reclamar justicia.
Como denucia Sofía, que en aquella fatídica fecha estaba en el Camp Nou como vigilante de la firma Seguridad Express S.A., el 28 de abril de 2010 le cambió la vida en el partido de Champions entre el Barça y el Inter. Controlaba la zona de los ultras del Inter cuando uuna bengala le destrozó el pie. Tras 11 operaciones de reconstrucción, ha quedado con una minusvalía permanente absoluta, dolores físicos, trastornos psíquicos y medicación de por vida. "No puedo mover el pie, ahora tengo que operarme de la rodilla y no puedo valerme por mí misma sin la ayuda de muletas o un bastón", afirma.
Bochornosa e increíblemente, los posibles culpables -la UEFA, el F.C. Barcelona, Prosegur y Securitas, entre otros- siguen lavándose las manos y no presentándose en los juzgados, "eludiendo pagar una indemnización que, aunque la reciba, no paliará las secuelas físicas y mentales que padezco", cual se queja Sofía.
De ahí que haya recurrido a change.org -donde ya la han apoyado cerca de 150.000 firmas- para pedir justicia, y que los citado responsables "no se salgan con la suya una vez más", cual añade, dejando en la indefensión más absoluta a los perjudicados por la negligencia e inseguridad en los campos de fútbol