8 de febrero de 2016

El descontrol de los controladores

La frontera con Marruecos es fuente constante de información. En este caso, comerciantes y asociaciones de la Guardia Civil han expresado su opinión a El Faro sobre la existencia de los denominados ‘gorrillas’ y ‘chalecos’.
Se trata de un grupo de personas que, ataviados con dicha prenda identificativa de color amarillo, se encargan de ordenar a los porteadores que cruzan por el paso fronterizo de Barrio Chino con bultos a sus espaldas.
Esta medida comenzó a aplicarse hace unos años, pero, con el paso del tiempo, lo que surgió como una “buena” idea, ha ido “degenerando”, según considera la Asociación Unificada de la Guardia Civil. Para la AUGC, el comportamiento de estas personas puede ser calificado como de “pseudomafioso”, ya que se han creado tramas que permiten el paso arbitrariamente y que llegan a ejercer como “auténticos matones”. 
Por su parte, la Asociación de Comerciantes Acsemel denuncia que el número de estos ‘chalecos’ ha aumentado hasta en un 50%, lo que, lejos de mejorar la situación, la empeora. Acesemel recuerda que es un trabajo “ilegal” por el que están cobrando un dinero a los porteadores, y que incluso hay malestar entre éstos porque el que no paga a los encargados se queda el último en la cola de acceso.
Finalmente, la Asociación Española de Guardias Civiles rechaza por completo la presencia de los ‘gorrillas’, puesto que carecen de permisos, licencias y base legal para desarrollar esta labor.
Tanto AUGC como Acsemel coinciden en ver con buenos ojos la opción de contratar seguridad privada para que realice estas funciones. Y que la contratación de estos vigilantes, preferentemente, corra a cargo de la Administración local, que para eso impone una tasa como el IPSI a los empresariosmayoristas de este sector. 
Todo esto coincide con lo manifestado esta semana por parte de Coalición por Melilla, en relación a que la Ciudad Autónoma debería tener más peso en la gestión de los asuntos relacionados con los pasos fronterizos, aunque no sea competencia suya, sino estatal.
En cualquier caso, según los agentes sociales conocedores del día a día en Barrio Chino, la actividad comercial dista mucho de estar organizada como debiera, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de uno de los ejes importantes, si no el principal, sobre el que gira la economía melillense.