8 de febrero de 2016

Este es el protocolo que se siguió en Barajas ante la amenaza de bomba

El avión fue apartado a una zona reservada. La tripulación realizó el primer registro. Orden de aislar a los pasajeros e interrogatorio
El Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas recibió este jueves el aviso de una amenaza de bomba desde el interior de un avión que debía viajar a Riad. Un experto en seguridad aérea explica el protocolo que ayer siguieron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante dicha alerta.
El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con un portavoz del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) para conocer cómo se actúa, según el manual, ante la alarma decretada este jueves en Barajas.
-- El comandante del vuelo SVA 226, operado por la compañía Saudi Arabian Airlines, contactó con la torre de control del aeropuerto para alertar de una amenaza de bomba descubierta en el interior del aparato.

Se trataba de una nota clavada con un cuchillo que decía “amenaza de bomba” en inglés.
-- Inmediatamente, la torre contactó con 112 Barajas.
-- Ante situaciones como esta, son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las que dan validez o no a dicha amenaza. “En caso de duda, se le da validez. Siempre hay que ponerse en el peor escenario”, explica este experto.
-- Acto seguido, se aísla la aeronave, es decir, “se aleja de la zona en la que se encuentra para evitar cualquier daño físico”, continúa.
-- Una vez aislado el avión, la tripulación se encarga de realizar un primer registro en el interior del mismo. Esta inspección se lleva a cabo con el pasaje todavía dentro del aparato. Se revisan minuciosamente todas las dependencias de la cabina para tratar de descubrir la existencia de bultos o artilugios sospechosos.
-- “Si no hay nada fuera de lo normal”, dice este experto, se procede al desembarco de los pasajeros, que saldrán de la aeronave por las dos escaleras que contiene y, en caso de extrema necesidad, por las dos rampas inflables que se utilizan ante emergencias. “Es lo normal. El desalojo se hace rápida y ordenadamente”, asegura.   
--El manual es muy estricto: el pasaje debe abandonar siempre el avión desprovisto de cualquier tipo de objeto personal. Todos sus enseres (prendas de abrigo, mochilas, aparatos electrónicos…) tienen que quedarse en el interior del aparato.
-- Una vez desembarcados los pasajeros, la Guardia Civil entra a la aeronave para iniciar un registro a fondo. Además, “los artificieros hacen otra búsqueda con sistemas específicos de detección de explosivos”, explica el portavoz de SEPLA.
Por lo tanto, “la tripulación se encarga del problema hasta que llegan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que son las que tienen los equipos necesarios” para actuar ante situaciones como esta.
-- “La coordinación entre la tripulación, la torre y los equipos de emergencia es continua” en todo momento, asegura este experto.
-- Los pasajeros, una vez han sido desembarcados, son dirigidos hacia una sala aislada. Ahí, uno por uno son entrevistados por el personal de seguridad competente. Según el experto en seguridad aérea, “los interrogatorios se mantienen hasta que se ve que no hay nadie con una actitud sospechosa o anormal”.
En caso contrario, el interrogatorio al pasajero será más exhaustivo. En el caso de la falsa alarma de Barajas, no se detectó nada inusual entre el pasaje. La alerta fue descartada y el aeropuerto retomó su actividad con normalidad.