El coordinador y sus compañeros piden orden de alejamiento contra este ilegal reincidente

Los hechos denunciados ocurrieron el 19 de enero cuando "nos siguió" en su coche desde Santa María de Oia hasta Baiona y en el interior del Parador “se acercó a nosotros, nos amenazó verbalmente y sacó un palo de dos metros de largo con el que intentó atacar”, describió Couñago quien relató que cuando estaba girando el coche para huir, el agresor golpeó con el palo y le reventó el cristal y el espejo del coche.
La situación y se agravó en los últimos meses, tras otro juicio, cuya sentencia salió el 4 de diciembre, en el Juzgado de Instrucción numero 3 de Vigo por amenazas, en el que fue condenado a pagar 240 euros de multa. El episodio más reciente fue, sin embargo, el 28 de enero cuando una piedra se estrellaba contra el ventanal de la vivienda familiar de Xosé Couñago en Redondela. “Yo sé que la lanzó él pero no lo puedo demostrar”, refirió. El vigilante se basa en que la bolsa que contenía la piedra tiene la dirección de una tienda de efectos navales situada bajo la vivienda de este furtivo . “Vemos que las leyes no nos amparan", aseguran estos vigilantes, que viven atemorizados y creen que si la situación persiste, se verán abocados a abandonar su trabajo. "Las multas no surten efecto porque se declara insolvente". Al parecer, y según estos vigilantes, tiene atemorizados también a los mariscadores que faenan legalmente y se jacta de estar en tratamiento psiquiátrico." Dice que si deja las pastillas y me mata, será eximente". Xosé ha pedido ya cuatro veces orden de alejamiento .