La Guardia Civil ha intervenido más de 100 kilogramos de 'hachís' en cuatro actuaciones llevadas a cabo en el puerto de Melilla, según informan desde la Comandancia. La colaboración de los servicios de seguridad privada del puerto, resultó esencial para la localización de la droga que transportaba un pasajero. El resto del estupefaciente estaba oculto en "dobles fondos" practicados en tres vehículos, según informan.
19 kilogramos de hachís
El can detector de estupefacientes señaló leves indicios de droga en un vehículo en el preembarque del buque destino Almería el pasado jueves 24 sobre las 14:20 horas. Tenía 19 kilogramos de hachís en siete paquetes escondidos en el salpicadero. Su conductor, que ha sido detenido, es un varón español, de 30 años de edad y con residencia en la provincia de Toledo.
159 paquetes de estupefaciente
Diez minutos después se localizaron dobles fondos en las faldillas, vigas del chasis y salpicadero de un vehículo que contenían “ciento cincuenta y nueve paquetes”, con un peso superior a 54 kilogramos, tras haber marcado el can detector de estupefacientes indicios de droga oculta. El conductor, que fue detenido, es un varón español, de 68 años de edad y con residencia en Madrid.
Droga adosada a los muslos y a las axilas
La tercera actuación tuvo lugar sobre las 23:30 horas del mismo día 24, cuando se inspeccionaba el equipaje de un varón que pretendía acceder al barco con destino Málaga. Durante la inspección del equipaje el vigilante de seguridad se percató de que portaba objetos extraños bajo su vestimenta, motivo por el que tras preguntarle nuevamente si tenía algo que declarar, indicando que no, se le practicó un registro superficial, comprobándose que bajo la ropa, “adosados a los muslos y debajo de las axilas”, portaba “diez paquetes”, conteniendo estupefaciente, que arrojaron un peso de 1 Kilogramo. El viajero que resultó detenido, es un varón español, de 20 años de edad y con residencia en Melilla.
Preembarque a Motril
La última tuvo lugar al mediodía, del pasado viernes día 25, durante la inspección de vehículos previa al preembarque del buque que partía con destino a Motril, al inspeccionar una furgoneta marca Mercedes, modelo 312 D, de matrícula española, que era ocupado por una persona.
El can detector de estupefacientes marcó indicios de droga oculta, llevándose a cabo un minucioso reconocimiento; siendo localizadas en el interior del depósito de combustible, “veintiocho cajas metálicas soldadas y herméticas”, para evitar que pudiesen ser detectadas por el can, conteniendo el estupefaciente que arrojó un peso superior a 29 Kilogramos.
El conductor y único ocupante del vehículo fue detenido era un varón de 43 años, con residencia en la provincia de Barcelona.
La droga intervenida en su totalidad corresponde al tipo “polen de hachís”, que contiene la más alta concentración del principio activo de este tipo de estupefaciente.