Los asaltantes del centro comercial El Mirador no eran unos delincuentes cualquiera, que pasaban por allí el martes de madrugada y no se les ocurrió otra cosa que dar el palo en una de las joyerías que hay en el interior. Lo tenían todo estudiado al milímetro, aunque es cierto que algo les debió fallar, ya que solo pudieron llevarse una mínima parte del botín que proyectaron sustraer. Quizá el grosor de los cristales les sorprendió y por ello solo acabaron robando parte de las piezas exhibidas en el escaparate.
Ahora bien, la manera de acceder y la huida las tenían preparadas al milímetro. Para retrasar la llegada al centro comercial de las patrullas policiales no se les ocurrió otra cosa que prender dos hogueras en sendos accesos al aparcamiento superior, cuya puerta de entrada reventaron para colarse en el interior. De esa forma, una vez que los efectivos de la seguridad privada dieron el aviso a la Comisaría, los ladrones tuvieron más tiempo para huir.
Los investigadores de la Brigada de la Policía Judicial han revisado las cámaras y prácticamente han descartado que los cacos llegaran hasta ese párking en coche. Lo más probable es que dejaran el vehículo o vehículos más lejos y huyeran campo a través hacia el cementerio o hacia el polígono de Villalonquéjar.
Los cinco asaltantes quemaron neumáticos en las subidas al párking superior de El Mirador para retrasar la llegada de las patrullas. Huyeron a pie campo a través junto al cementerio
A las tres de la madrugada del martes, cuando se produjo el asalto, fue necesaria por tanto la presencia de los bomberos en Carrefour, pues debían apagar las hogueras de neumáticos que hicieron los delincuentes. Asimismo, la Comisaría pidió la colaboración de la Policía Local para organizar un operativo con el objetivo de cercar a los ladrones, pero no surtió efecto.
El Cuerpo Nacional de Policía estima que se trata de un grupo criminal organizado itinerante, con base lejos de Burgos, quizás en Madrid.
Por su forma de actuar, encapuchados y portando mazas de gran tamaño para reventar todo lo que se les pone por delante, recuerdan a otros hechos ocurridos en Burgos en 2014, en concreto en el polígono de Villalonquéjar. En la madrugada del 18 de septiembre varios sujetos con la cabeza cubierta y con grandes mazos se colaron en tres empresas, de donde no se llevaron un gran botín pero sí causaron cuantiosos destrozos. Entraron en Quesos de Sasamón, Metacrilatos Burgos y Pallets Burgos. Su modo de moverse por estos negocios fue practicando butrones a golpe de mazo en todos los muros.
El pasado martes de madrugada, una vez destrozadas las puertas de vidrio de Carrefour, los delincuentes -que iban encapuchados- se dirigieron hacia la Joyería José Luis. Su intención era acceder al interior y arramplar con todo. Pero no pudieron. Asestaron numerosos mazazos a la puerta, pero los cristales, de unos 8 centímetros de grosor, resistieron las embestidas. Así que los cacos tuvieron que conformarse con las joyas del escaparate. Lo golpearon en numerosos puntos y terminó cediendo en uno solo. Desde el agujero que lograron practicar introdujeron el brazo y pudieron llevarse numerosas alhajas.