28 de marzo de 2016

Las 15 conclusiones provisionales del juicio del Madrid Arena

Alarmantes fallos de seguridad
Han transcurrido más de dos meses desde el inicio del juicio del Madrid Arena en el que murieron cinco jóvenes y las primeras conclusiones, tras escuchar a acusados y testigos, evidencian los alarmantes fallos de seguridad en el pabellón, en la organización del evento y en la gestión de la tragedia.

Entradas
El promotor Miguel Ángel Flores dio dos cifras distintas de entradas vendidas: 9.650 y 11.228, a las que habría que sumar 300 invitaciones. Afirmó que encargó 17.500 entradas cuando el aforo era de 10.620 personas.
Muchos jóvenes entraron sin entrada y a otros no les cogieron los tickets. También contaron cómo los relaciones publicas les comentaron que iban a ir entre 20.000 y 23.000 personas. Madridec reveló que facturó el Madrid Arena para un aforo menor de 5.000 personas. Hasta hoy, el lío de cifras no se ha aclarado.

Menores
Varios testigos, que eran menores el día de los hechos, confirmaron su presencia en el recinto. Entraron menores en masa sin mostrar ningún documento y otros portando DNI de otras personas. "Se podía pasar perfectamente con un DNI que no fuera el tuyo, porque no lo miraban mucho", dijo una joven. Otra señaló que entraron todos los compañeros de su colegio, 180 menores.

Requisa
Seguriber defiende que siempre hubo controles y cacheos, al contrario de lo que manifiestan todos los jóvenes, quienes aseguran que no se hacían registros, ni se revisaban bolsos ni se pedían el DNI y que se metían botellas y hasta garrafas de cinco litros en mano. Los jefes de Seguriber acusaron a Francisco del Amo, coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec de ordenar que las requisas se hicieran más livianas, si bien precisaron que esa orden se ejecutó a petición de Flores.

Portón
Todos apuntan a Del Amo como el responsable de ordenar la apertura del portón por donde se colaron 3.000 personas en el Madrid Arena procedentes del "botellón", pese a que sólo podían acceder "mercancías y personal de la organización". Él lo negó. Aunque el jefe de Seguriber Juan José Paris Nalda fue más lejos al afirmar que esa orden fue una petición de Flores a Madridec.

Policía
El ex jefe de la Policía Municipal Emilio Monteagudo responsabilizó a la jefa del dispositivo policial del Arena de no denunciar el macrobotellón que se celebró en el Lago de la Casa de Campo. Dijo que el despliegue para la fiesta era "correcto" y "suficiente", como así lo afirmó también la exdelegada de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, Fátima Núñez.
Tres policías de paisano alertaron al 091 del caos y del descontrol en que degeneró la fiesta: "Se les ha ido de las manos".

Abandono
Los heridos denunciaron el abandono que sufrieron de la organización, de los vigilantes de seguridad y de los policías municipales cuando trataban de buscar ayuda y auxilio después de la avalancha mortal. Una joven lo resumió así: "Los policías se rieron de nosotras y dijeron 'estas son dos borrachas'".

Vomitorios
Hasta cinco de los ocho vomitorios de la pista central, que sirven de salidas de emergencia, estaban cerrados a los asistentes, como así lo corroboraron todos los testigos. El técnico de producción de Madridec vio "algunas puertas cerradas con un precinto disuasorio para que la gente no entrase ni saliese por ahí".
Y los jóvenes denunciaron que los trabajadores de Kontrol 34 no facilitaron la apertura de los vomitorios, cuando muchos buscaban salir de allí tras haber estado atrapados en el túnel mortal.

La barca de Aoki
Las acusaciones aseguran que Flores quiso acelerar la entrada de asistentes para que el Dj Steve Aoki hiciera "el numerito de la barca" sobre el público. Su idea era dirigirlos a la pista para llenarla, cerrar las puertas y conseguir que el Dj pudiera pasearse sobre la barca por el pabellón gracias a las manos de la gente que la sujetaban. Varios jóvenes confirmaron que así lo hizo y Madridec acusa a Diviertt de abrir el portón para que pudiera "dar su paseo".

Sin reunión previa de seguridad:
Tanto los acusados de Diviertt como los de Madridec reconocieron que no hubo una reunión con Seguriber ni con la Policía Municipal para tratar sobre la seguridad del evento, algo que era habitual antes de cada evento. Kontrol 34 planificó la seguridad interior en "un croquis" con Flores.

Kontrol 34:
Sus jefes echan balones fuera sobre su responsabilidad como encargados de la vigilancia interna pero lo cierto es que dentro sólo estaban sus trabajadores, se comunicaban con pinganillos y llevaban chalecos. Defienden que eran "auxiliares" y no vigilantes de seguridad, algo reconocido por Madridec.

La pasividad de los porteros de Kontrol 34:
Los heridos en la avalancha denunciaron que los porteros les cerraron puertas, les insultaron y no les permitieron salir por los vomitorios cercanos al túnel mortal. Algunos criticaron que cuando se produjo la montonera no había ni un solo vigilante. Un trabajador de Kontrol 34 declaró que la avalancha "no le pareció nada serio". "La impresión que tuve es que no quería ayudar", dijo un joven.

Responsables de Emergencias que no sabían que lo eran:
El ex director general de Emergencias del Ayuntamiento no sabía que se iba a celebrar la fiesta, se enteró la misma noche. Los supuestos jefes de emergencias no eran conocedores de que lo eran, como así lo aseguró el técnico de operaciones de Madridec Jose Ruiz Ayuso.

La gestión de la enfermería:
El Madrid Arena no tenía instrucciones ni espacio propio para una enfermería. Varios heridos no pudieron entrar en la enfermería porque estaba cerrada y no había indicaciones. El doctor Simon Viñals preparó un equipo médico escaso.
Su hijo reconoció que nunca había hecho una maniobra de reanimación cardiopulmonar en su vida y un ATS reaccionó así al ver a una chica en parada: "¿Qué hacemos?". Esta chica, que luego falleció, fue atendida en una barra de bar y no recibió auxilio médico en 30 minutos estando en parada.

Fallos de seguridad:
No hubo reunión sobre el operativo de seguridad, las barras de bar bloqueaban vías de evacuación e , incluso, un técnico municipal dijo que "no existían suficientes salidas de emergencia en el Arena". Faltaban cámaras de seguridad como la del vomitorio mortal, que sólo tenía la carcasa. Los vigilantes no recibieron ninguna formación sobre evacuación ni realizaron jamás simulacro alguno.

Responsabilidades
Ni los acusados de Diviertt, ni de Madridec, ni de Seguriber ni de Kontrol 34 asumieron responsabilidad alguna en la tragedia. Todos se culpan sobre quién era la cabeza visible de la seguridad aquella noche. Policías de paisano, heridos y asistentes destacaron la total ausencia de control en la gestión de la tragedia por parte de la organización, seguridad y servicios médicos.