El interés de los ciudadanos ha crecido tras la aprobación del Congreso de la nueva Ley de Seguridad Privada
Las llamadas y las visitas son continuas. La de Miguel Ángel Rodríguez es la primera de la mañana en el Centro Andaluz Estudios y Entrenamiento en relación con el curso de vigilante de seguridad. Este joven ha visitado la academia granadina a primera hora para conocer todos los aspectos importantes de uno de los títulos que más interés levantan en las últimas semanas. "Llevo tres años parado y creo que puedo tener más posibilidades de conseguir un empleo con esta titulación", asegura.
Las expectativas de crecimiento del sector han empujado a muchos desempleados a decantarse por esta profesión. Tal y como publica IDEAL en su edición impresa y en 'Kiosko y más', tras este 'boom' se encuentra la aprobación de la nueva Ley de Seguridad Privada. La legislación responde a la pérdida de miles de plaza de funcionarios de la Policía y la Guardia Civil. El Ejecutivo ha buscado una solución y para ello ha otorgado nuevos poderes y ha construído un escenario en el que las empresas tendrán más espacio para operar, aunque siempre bajo la supervisión policial. "Las expectativas son de crecimiento entre otras cosas porque se van a cubrir con Seguridad Privada algunas deficiencias de Seguridad que se están produciendo", confirma José Andrés Vidal, director del Centro Andaluz Estudios y Entrenamiento.
Este centro es uno de los más importantes de la capital. Más de 150 granadinos cursan aquí sus estudios de vigilante de seguridad cada año. La ley ha hecho que el interés aumente, tal y como reconoce Vidal. "Desde la academia vemos que la gente está tomando cada vez más interés por temas de Seguridad Privada porque además realmente es un sector donde sí se está creando empleo. Si sin la legislación nueva ya se preveía un crecimiento, con la legislación nueva se prevé un crecimiento aún mayor", asegura.
Carga física y teórica
El perfil de estos nuevos estudiantes es casi siempre similar. Desempleados de larga duración en busca de una oportunidad para entrar de nuevo en el mercado. "Están volviendo a centros de formación personas, muchos de ellos procedentes del sector de la construcción, que llevan años sin estudiar y que para ser vigilantes llevan una carga de formación y de pruebas físicas importantes", explica Vidal. Así, estudiantes como Miguel Ángel Rodríguez se preparan para pasar las pruebas que la Policía realiza cada año. Los exámenes contienen una parte teórica y otra física. Pero antes de eso, los alumnos deberán realizar un curso de 180 horas donde tocan materias jurídicas, psicológicas, técnicas e incluso de primeros auxilios. Son temas amplios y con una importante carga teórica, explica Vidal. Sin embargo, la aventura no termina con el aprobado.
El campo de la vigilancia privada es cada día más amplio y los nuevos trabajadores deben realizar cursos específicos para poder actuar en determinados ámbitos. Las especialidades son 17 y cada una de ellas supera las diez horas. Este hecho derriba uno de los mitos más repetidos, el de la baja calidad de estos profesionales. "Me parece gratuito decir que el vigilante de seguridad es una persona no formada o sin cultura, porque el vigilante que pueda servir en todos lados acumula 17 cursos específicos. Hay muy pocas profesiones donde te pidan tantos cursos para prestar servicio", critica Vidal.
Con la titulación en su objetivo, los nuevos alumnos no pierden la ilusión por regresar al mercado de trabajo. El curso de vigilantes privados es una opción interesante, una puerta a un sector que crece día a día.