Los locales de copas con aforo superior a 500 personas tendrán que contratar a empresas los servicios de vigilancia
La agresión sufrida por Andrés Martínez a manos del portero búlgaro Hristo I. ha obligado a la Consejería de Presidencia a ponerse las pilas con la ley de Acceso a Espectáculos Públicos que regula la capacitación del personal que trabaja en la puerta de discotecas, pubs y prostíbulos de la Región. Desde el departamento de María Dolores Pagán avanzan que paliarán la carencia del desarrollo normativo de la citada ley «asumiendo sus artículos y su desarrollo en la futura ley de Espectáculos Públicos de la Región».
El próximo año la ley entrará en vigor y se convocarán las pruebas para obtener el carné de controlador de acceso. Dentro de ese 'trasvase' normativo, la Consejería también aprovechará para endurecer las sanciones. Las leves de la ley de Acceso a Espectáculos Públicos actualmente están cifradas en 600 euros y pasarán de 300 a 1.500 euros; las graves, de 601 a 15.000 euros, pasarán a moverse en una horquilla de 1.501 a 60.000 euros, y las muy graves se elevarán a 60.001 y 150.000 euros frente a la franja actual de 15.001 a 100.000 euros. Otra de las novedades será considerar infracción grave la carencia de servicio de control de acceso acreditado, el ejercicio del derecho de admisión de forma arbitraria, discriminatoria o la ausencia de los equipos de vigilancia. El artículo 37 de la futura ley obligará a los locales con aforo superior a 500 personas a contar con un servicio de vigilancia de una empresa de seguridad.
También se regulará el ratio del personal: un vigilante para aforos de 501 a 600 personas; 2 vigilantes de 601 a 900 personas; 3 vigilantes de 901 a 1.100 personas y uno más por cada fracción adicional de 700 personas. La otra novedad afectará a los pubs con capacidad para menos de 300 personas, ya que en 2017 si contratan a alguien en la puerta deberá reunir los mismos requisitos para establecimientos superiores a 300 personas. Además, el personal de control de acceso tendrá que superar pruebas de habilitación.
En ciudades como Cartagena, la Policía Nacional realiza controles periódicos a locales de copas y siempre recomienda a los empresarios de la noche contratar vigilantes de seguridad privada. Fuentes de la Comisaría justifican este consejo «porque son profesionales» y en la puerta «hay que tener paciencia». Una de las grandes carencias del ocio nocturno de la ciudad portuaria es que no hay ni un solo director de seguridad en estos establecimientos.
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