La Policía busca entre varios grupos al autor material del asesinato de un joven en la capital. Los dos principales colectivos, Trinitarios y Dominican Don't Play, arrastran una guerra desde 2009.
Son dos bandas rivales. Trinitarios y Dominican Don't Play (DDP); dos grupos antagónicos que luchan por el control de los parques, del menudeo de drogas y de la noche latina de la capital. Y su pelea se ha traducido en un nuevo fallecido, un joven de 20 años que perdió la vida por una puñalada junto a la Puerta del Sol. Además, solo un día después 15 policías resultaron heridos al sofocar una nueva bronca entre bandas latinas, una riña tumultuaria en el distrito de Tetuán. Esta vez la pelea que se saldó con seis detenidos.
El grupo de Bandas Latinas dependiente de la Jefatura Superior de Policía de Madrid trabaja a contrarreloj para esclarecer ambos sucesos. Dos repuntes de la violencia en un mundo bastante controlado. Los primeros testimonios sobre el asesinato del sábado colocan en la zona a miembros de otras dos bandas latinas; Ñetas y Lating Kings. Sin embargo -a falta de un estudio más profundo- los agentes especializados en este tipo de delincuencia lo descartan: "La presencia de ambos grupos en Madrid es prácticamente residual", recuerda uno de los responsables de este operativo. La afirmación tiene sentido. Se basa en los duros golpes que tanto unos como otros han sufrido por parte de la Justicia.
EL FIN DE LA CORONA LATINA
Lating King fue la primera banda latina con una implantación seria en España. Y quizás por eso fue también el primer grupo en sufrir el rigor de Justicia. En 2010 ocho de sus principales miembros fueron condenados a 17 y 18 años de prisión por el asesinato de un menor ecuatoriano. Además, su principal líder, Eric Javier Velastegui, conocido como King Wolverine, fue condenado también junto a otro miembro de la banda por un asalto sexual ocurrido en 2003 en la Casa de Campo de Madrid. En 2013, otro golpe a la banda en Madrid, esta vez de la Guardia Civil, se saldó con la detención de 23 personas solo en la capital. En los registros, los agentes localizaron dos armas de fuego y varios machetes.
La presión sobre la banda, que quedó oficialmente ilegalizada por la Justicia ese mismo año, hizo que muchos de sus miembros dejaran el grupo para formar parte de los Trinitarios, que se ha convertido en una de las bandas más activas de la capital. Eso lleva a los investigadores a pensar que la actividad de los Lating King en Madrid está prácticamente erradicada.
SOSPECHAS SOBRE LA NACIÓN ÑETA
Un caso similar sucede con los Ñeta, el grupo originario de Puerto Rico, que se expandió por América Latina con la política de repatriación de presos comenzada por Estados Unidos y que rivaliza con los Lating King por el control de las zonas más conflictivas de Ecuador. En 2003, ambos grupos trasladaron su conflicto a las calles españolas, aunque con otro perfil. Sus miembros eran sensiblemente más jóvenes y con un historial delincuencial menor al de sus hermanos del otro lado del Atlántico, pero la sumisión al grupo se ejercía con la misma violencia.
En verano de 2014, la cúpula de los Ñetas en Madrid resultó también desmantelada tras una reyerta multitudinaria en Madrid contra el grupo de los Trinitarios. La operación se saldó entonces con 38 detenidos en total, tanto el día de la pelea (fijada en el distrito de Puente de Vallecas) como en la operación policial que se lanzó después contra los participantes. Uno de ellos sufrió dos heridas en la cabeza provocadas por un hacha.
EN MEMORIA DE MOREN BLACK
Según los informes policiales, en España hay 350 miembros activos de las bandas latinas, personas que realmente preocupan por su implicación a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. En su mayoría, los investigados pertenecen a dos bandos diferenciados: Trinitarios y Dominican Don't Play (DDP). El primero ha sido ilegalizado por el Tribunal Supremo. El segundo se considera el grupo más activo en la actualidad, pero ambos mantienen una enemistad manifiesta: una pelea constante que se dirime en plazas, parques y locales latinos de la geografía española, y sobre todo de la capital.
La guerra entre unos y otros viene de lejos. Y se ejemplifica con la muerte en 2009 del dominicano de 17 años conocido como Moren Black; un joven miembro de los DDP que falleció en los bajos de Azca a manos de miembros -presuntamente- de varios integrantes de Trinitarios. Ese mismo año, una operación policial se saldó con la detención de 26 personas por pertenecer a la banda. A día de hoy, el grupo sigue vivo. Los agentes investigan ahora si alguno de sus miembros fue el causante de una nueva víctima mortal a manos de las bandas.