Prosegur logró un beneficio neto consolidado de 40,3 millones de euros entre enero y marzo, el 15,5 % menos que en el mismo periodo de 2016, lastrado por el impacto en sus cuentas de la reestructuración de su actividad por áreas de negocio de cara a la salida a Bolsa de su filial Prosegur Cash.
Según la compañía, que redujo fuertemente su endeudamiento, su reestructuración societaria tuvo un impacto en el resultado neto de explotación (ebit) de 3,4 millones de euros y de 9,6 millones en impuestos.
Descontados los costes de reestructuración el beneficio sería de 53,3 millones, superior en el 11,8 % al de un año antes.
A 31 de marzo, Prosegur sumaba una deuda de 16,7 millones de euros, lo que supone una minoración de 695,4 millones respecto al cierre de 2016, cuando su deuda neta era de 712,1 millones.
Esta mejora se logró gracias al incremento de la partida de tesorería y otros activos financieros como consecuencia de la salida a Bolsa del 25 % de su filial de gestión de efectivo.
El grupo de seguridad privada generó unas ventas de 1.066,7 millones de euros, el 18,9 % más que en el primer trimestre de 2016, según la compañía, que ha explicado que el 12,5 % del aumento correspondió a crecimiento orgánico, el 0,3 % a inorgánico y el 6,1 % a un tipo de cambio favorable.