La protesta causa largas colas en Charles de Gaulle y otros aeródromos del país
En plenas vacaciones de invierno, las huelgas y manifestaciones de los empleados de seguridad de los aeropuertos franceses han cumplido hoy a su quinto día, y el Ministerio del Interior ha ordenado a los policías y gendarmes que sustituyan cuando sea necesario a los huelguistas para agilizar los controles. El paro, originado según los sindicatos por la negativa de la patronal a negociar los salarios y condiciones del sector, ha generado numerosos retrasos e incluso algunas cancelaciones de vuelos en Orly (París), Niza y Lyon. La situación ha mejorado hoy, aunque en el aeropuerto parisiense Roissy-Charles de Gaulle los viajeros debían esperar entre media hora y una hora de cola en la terminal 2 para superar el control de seguridad.
Después de Lyon, Orly, Roissy y Toulouse, los trabajadores de los aeropuertos de Niza, Basilea y Rennes se han sumado hoy a las huelgas, aunque la normalidad era la tónica en estos tres aeropuertos. El Gobierno, por boca del ministro de Transportes, Thierry Mariani, ha afirmado que garantizará los embarques de los pasajeros "a cualquier precio", mientras el titular de Interior, Claude Guéant, daba instrucciones a policías y gendarmes para que sustituyan cuando sea necesario a los huelguistas. "El objetivo es que ningún viajero quede bloqueado y que la seguridad de los vuelos quede garantizada", ha dicho un portavoz subrayando que, de momento, las fuerzas de seguridad no han tenido que hacer el trabajo de los agentes privados.
Los sindicatos han criticado la medida, que juzgan electoralista y definen como un atentado al derecho de huelga, y han aconsejado al Gobierno que invite a la patronal del sector a sentarse a negociar. Las centrales, que representan a los 10.000 trabajadores de la seguridad aeroportuaria, reclaman la apertura de conversaciones sobre las condiciones laborales y los salarios.