14 de abril de 2015

Alcor Seguridad atribuye a la negligencia del vigilante la fuga de los dos internos

La dirección de la empresa de seguridad tiene claro que la fuga se debió a un error humano

La empresa encargada de la seguridad del centro de menores de Sograndio, Alcor Seguridad, atribuye a la negligencia del vigilante la fuga de los dos internos el pasado jueves. 
Desde la dirección de la empresa de seguridad tienen claro que la fuga se debió a un error humano y así lo recogen en su informe. En declaraciones telefónicas a TPA Noticias, el director de Alcor Seguridad, Carlos Somoza, habla de desidia y negligencia por parte del vigilante.
Asegura que el visionado de las cámaras ha permitido constatar cómo en el momento de los hechos, su empleado se encontraba hablando con uno de los internos que jugaban en el patio y que, cuando se dio cuenta de que uno de los chavales estaba trepando por la valla, apenas se apuró.
Acudió, dicen desde la empresa, andando tranquilamente sin que tuviera posibilidad de atraparle. Además le reprochan que no hubiera retirado en ese momento las sábanas colgadas de la valla, para evitar la huida de otros internos.
Su distracción, señalan, permitió que un segundo chaval emprendiera la huida, y aunque en este caso, dicen, intentó seguirle, no fue posible. Al vigilante le reprochan también que no llevara los auriculares que necesita para estar conectado con sus compañeros.
La empresa ha remitido ya su informe al Principado y ahora está a la espera del análisis que realicen sus servicios jurídicos para ver si establecen algún tipo de sanción al vigilante. De momento, aseguran, éste sigue en su puesto.
Por otro lado, uno de los dos jóvenes fugados sigue en paradero desconocido. El otro, ya ha vuelto al centro de menores de Sograndio después de haber sido detenido ayer en Gijón. 
La policía le localizó en los alrededores de la estación de tren ayer por la tarde. Los agentes le detuvieron tras percibir una actitud sospechosa. 
El joven se negó a identificarse, y causó heridas a los policías en un forcejeo. Al llegar a comisaría, tras analizar sus huellas dactilares, fue identificado como uno de los huídos de Sograndio.