La profesionalidad de los delincuentes que operan en viviendas y negocios obliga a recurrir a expertos como Aperkey para colocar puertas de seguridad, bombillos o escudos protectores
La percepción de inseguridad en los domicilios va en aumento. Siete de cada diez españoles consideran que se producen más robos que hace varios años, y uno de cada diez asegura haber sufrido alguno en los últimos meses. Los delincuentes y bandas actuales "se las saben todas", y las medidas de seguridad de antaño ya no sirven para nada. Tienen una completa formación técnica y cerrajera, y usan las mejores técnicas. Una de las más usadas tanto en viviendas como en negocios, debido a su discreción y rapidez, es el "bumping". Se trata de un método utilizado desde hace años por profesionales cerrajeros para realizar la apertura de cerraduras en casos de pérdida de llaves o en situaciones de emergencia. Conocida también por el nombre de "ramping", esta técnica consiste en la apertura de cilindros de forma limpia, sin rotura, mediante la percusión de sus pitones a través de llaves manipuladas para ello, las llamadas llaves "bump". Se trata simplemente de desplazar todos esos pitones de manera simultánea mediante el golpeo de una llave "bump" con algún objeto contundente (un martillo o un sencillo destornillador pueden valer), separando así esos pitones de los contrapitones y liberando, por lo tanto, el giro de la llave. Una operación sencilla, de rápida ejecución -no más de 30 segundos- y que no daña el dispositivo de cierre. Conocerla está al alcance de cualquier persona, ya que cientos de páginas webs la explican a la perfección. Además, es relativamente sencilla de aplicar. Se calcula que más del 90 por ciento de las cerraduras existentes en el mercado puede ser abierto gracias al método "bumping". Por lo tanto, el peligro existe. Es momento de analizar el problema y buscar soluciones al respecto.
El primer paso para mejorar la seguridad de los domicilios es un cambio de bombillos, lo que garantizaría unos altos índices de protección, en especial cuando se opta por los de alta seguridad, los cuales incorporan todo tipo de dispositivos de protección, ya sean sistemas "antibumping", antitorsión, antiganzúa, resistencias al taladro o protección de copia. Si se quiere ir mas allá y reforzar esta seguridad, se puede recurrir a los escudos de protección. Un elevado porcentaje de puertas vendidas en los últimos meses los incorporan, ya sean abiertos o cerrados, aunque en ocasiones estos son de construcción débil y están instalados de forma básica. Esto provoca que, en apenas medio minuto, sean saboteados y los ladrones entren en el domicilio. Los escudos de protección más fiables son aquellos mecánicos y magnéticos y, sobre todo, aquellos colocados por empresas expertas de la región como Aperkey.
En los últimos años han sido muchas las personas que han optado por instalar en sus viviendas puertas blindadas, una medida que los expertos de Aperkey consideran importante, pero no la más segura. Ese lugar lo ocupan las puertas acorazadas. Aunque, a nivel de calle o usuario una puerta blindada y una acorazada sean similares, las diferencias entre ambas son notables.
La blindada es aquélla cuya estructura de marco y de hoja de puerta son de madera y se revisten con una ligera chapa de hierro para fortalecer su estructura. No se pueden considerar puertas de seguridad debido a que su resistencia global es muy baja y los supuestos refuerzos en ocasiones son ineficaces ante un sencillo ataque con palanca. Por su parte, las acorazadas son aquellas cuya estructura de marco y de hoja de puerta son de hierro o de acero y se revisten con madera para dotarla de una mejor estética. Estructuralmente son más resistentes que las llamadas blindadas, pero muchas de ellas son también fáciles de abrir (2-3 minutos de laboratorio) debido a la baja calidad del escudo protector, cilindro y llave que incorporan. No hay que dejarse llevar por la terminología, ni por el aspecto estético sino dejarse asesorar por expertos, que no sólo ofrecen las mejores soluciones sino que también ofertan productos que cumplen con todas las normativas exigidas a nivel europeo en cuanto a seguridad. Para disponer de los máximos niveles de seguridad en la vivienda se debe optar por las puertas de alto nivel, según certificación de Aenor. Éstas, que pueden ser de nivel 3.0, 4.0 o 5.0, cuentan con aislante térmico y acústico de serie para satisfacer las necesidades de seguridad y confort de sus clientes, ya sean particulares o negocios. Incorporan todo tipo de sistemas antirrobo como bombillos, escudos, cerraduras, pernos o estructuras. La seguridad de una puerta se mide por el tiempo que ésta resiste los ataques. Es decir, si la puerta ofrece verdadera resistencia, el ladrón buscará alternativas más vulnerables que le resulten menos arriesgadas. Por ello, al adquirir una puerta acorazada, una puerta de seguridad certificada, lo que se está comprando es tiempo, el tiempo de retardo que los delincuentes deben invertir para vencer la resistencia de la puerta sin ser vistos ni detenidos por las fuerzas de seguridad.