Una parte de los fondos obtenidos en la posible colocación de Prosegur Cash podría destinarse a un dividendo extraordinario para los accionistas del grupo.
Prosegur consigue el visto bueno de los inversores para su nueva hoja de ruta. La compañía de seguridad privada se ha hecho con alzas de hasta el 8,3% en Bolsa al dar a conocer que está estudiando la cotización independiente de su rama de logística de valores y gestión de efectivo: sus furgones y cámaras blindadas.
Este movimiento que ha suscitado el interés de los inversores se enmarca en un más amplio proceso de reorganización corporativa que pasaría por adoptar el modelo “una compañía, tres negocios”, según recoge la documentación al respecto remitida este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De este modo, todo el grupo se estructuraría en torno a tres nuevas divisiones: la ya referida de logística de valores y gestión efectivo, la de seguridad y una última focalizada en el negocio de las alarmas.
El objetivo estratégico de este cambio está en “acelerar el crecimiento rentable” de la compañía potenciando las oportunidades identificadas diferencialmente en cada una de sus divisiones. Este punto se explicará con más detalle en la jornada del inversor que hoy mismo la compañía celebra en Londres y que tras estos avances cosechará el interés de un público mucho más concurrido, prevén algunos de los analistas que más de cerca siguen el valor.
De entre todas las iniciativas propuestas, la que mayor interés ha suscitado ha sido la de la posible salida a Bolsa de la rama de furgones y cámaras blindadas: Prosegur Cash. Aunque la compañía ha asegurado que se trata de una alternativa más entre las “distintas” que está analizando para “poner de manifiesto su valor real de mercado”, el hecho de que el debut pueda producirse “durante el primer semestre de 2017” ha espoleado el repunte de precios de la matriz en el parqué madrileño.
Las acciones del grupo de seguridad privada han superado con holgura la cota de los 6,00 euros unitarios, algo que no sucedía desde el pasado mes de agosto. En cualquier caso, la cotizada ha explicado en los comunicados remitidos al respecto al supervisor que el desenlace final de este proyecto dependerá “de las condiciones del mercado” y que en cualquier caso, mantendrá una participación mayoritaria en el negocio de manera que se asegure su control accionarial y de gestión.
El destino de los fondos que se captarían en la hipotética operación, la compañía contempla la posibilidad de reducir endeudamiento, redistribuir fondos a los negocios de alarmas y seguridad -las otras dos patas de la nueva estructura- e incluso acordar un dividendo para engordar la retribución a los accionistas del grupo.