El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de ley de Seguridad Privada. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afirma que la nueva ley no está encaminada a "privatizar la seguridad en España", sino a "aprovechar el potencial de la seguridad privada".
El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de Ley de Seguridad Privada, que impondrá mayores controles a los detectives privados, prohibirá el espionaje si vulnera la intimidad y potenciará la capacidad de un sector que complementará, colaborará y será subordinado a las fuerzas de seguridad.
La nueva ley de Seguridad Privada, según la vicepresidenta, servirá para regular "de manera integral" la seguridad privada en España, con "subordinación y complementariedad a su seguridad pública". Sáenz de Santamaría afirma que la ley se ha adaptado a las "nuevas demandas y usos tecnológicos", en un marco que "ha cambiado mucho" desde la anterior ley, de 1992.
Solamente podrán investigar los detectives
La nueva Ley de Seguridad Privada recoge el deber de comunicar los contratos al Registro Nacional de Seguridad Privada, sin que dicha comunicación incluya datos de carácter personal. Se refuerza, además, el deber de reserva profesional de los detectives que sólo podrán informar de sus investigaciones a sus clientes o a los órganos judiciales y policiales en el ejercicio de sus funciones.
Entre las modificaciones que incorpora el proyecto con respecto al texto inicial y después de estudiar los observaciones de 44 entidades, las empresas de seguridad privada no podrán realizar investigaciones, una labor reservada a los detectives y estos tampoco podrán entrometerse en las funciones de los primeros.