19 de septiembre de 2013

El permiso paterno de lactancia aun con la madre en paro llegará a todo trabajador.

En él, afirma que «el permiso previsto en el artículo 48 letra f del EBEP será disfrutado indistintamente por el funcionario o la funcionaria.
Aunque las madres no trabajen, los padres podrán obtener permiso de lactancia estén contratados en la Administración o en la empresa privada. El tiempo de cuidado para el bebé como derecho de la mujer y del hombre y, a partir de ahora, del funcionario y del privado.

Se entiende que esta misma interpretación sería predicable, en su caso, del permiso de lactancia regulado en el Estatuto de los Trabajadores (art. 37.4). Este párrafo casi perdido entre los siete folios de una resolución firmada por el Ministerio de Hacienda hace  un mes y medio  extenderá el derecho ganado al Estado a principios de año por un funcionario que había pedido el tiempo de lactancia para cuidar a sus mellizos junto a su mujer.

Aquella petición aparentemente imposible provocó una histórica resolución de Hacienda que concedía al funcionario ese espacio, ya que desvinculaba la lactancia del hecho biológico de dar el pecho (hay sustitutos como sacaleches o biberones) y la entendía como  un tiempo para el cuidado del hijo, independientemente del sexo del progenitor. Así, el permiso no era ya una cesión de la madre al padre, sino un derecho de los dos. Por tanto, el que la madre trabajara o no era indiferente. El padre podría corresponsabilizarse en igualdad de obligaciones que la madre.

El escrito del 25 de julio cita una sentencia de septiembre de 2010 del Tribunal de Justicia de la UE que considera el permiso como un "mero tiempo de cuidado a favor del hijo y una medida conciliadora de la vida familiar y laboral". Y refiere otra sentencia emitida por el TC en  mayo de 2011, que sostiene que "el Estatuto de los Trabajadores ampara el derecho del padre, trabajador por cuenta ajena, al disfrute del permiso de lactancia siempre que su esposa desempeñe una actividad profesional".
La batalla de A. M. R. amplió el derecho incluso si la madre no trabajaba, lo que evita una desigualdad "en el acceso al empleo, formación y promoción profesionales, de tal manera que la concesión o no del permiso pueda influir negativamente en la mujer en el ámbito profesional", recuerda ahora Hacienda.
Fuente: elmundo.es