La empresa Segur Ibérica, en concurso de acreedores, debe 3.500 euros a cada uno de los sesenta trabajadores que se concentrarán el 8 de enero para denunciarlo.
Los vigilantes de seguridad privada y auxiliares del aeropuerto de Girona se concentrarán este 8 de enero delante de la terminal para denunciar el impago de salarios por parte de Segur Ibérica SA, en concurso de acreedores desde finales de noviembre pasado. Desde entonces, la sesentena de trabajadores han sido subrogados en la nueva empresa ICTS Hispania pero esta no se hace responsable del dinero que se les debe.
Les deben unos 3.500 euros a cada trabajador, entre la paga de noviembre y las liquidaciones pendientes –media paga de verano, la paga de navidad y la de beneficios en su parte proporcional.
También hay una treintena de vigilantes de seguridad privada del Hospital Trueta y el Santa Caterina de Salt afectados, que también estaban contratados por Seguo Ibérica y que desde el 1 de enero de este mes han sido subrogados por Phoenix.
“Estamos desesperados porque no sabemos cuándo cobraremos lo que se nos debe, hay muchas familias con problemas económicos por culpa de estos atrasos”, se quejaba este miércoles Cristina Soalleiro, que es vigilante de seguridad privada en el aeropuerto de Girona.
Ahora, sin embargo, aseguran que Aena ha hecho el pago a la empresa pero que el administrador concursal “lo ha parado todo” y no se sabe qué pasará ni cuando podrán cobrar el dinero que se les debe a cada trabajador, entre 3.000 y 3.500 por término medio por cada afectado.
Además, denuncian que la actual empresa por la que trabajan en el aeropuerto, ICTS Hispania, les hizo firmar un documento diciéndolos que era para poder hacer oficial la subrogación pero que en realidad lo eximía de pagar los posibles atrasos. Según Soalleiro, “cuando las empresas subrogan tienen tres años de responsabilidad solidaria con la empresa que se marcha pero ICTS Hispania nos hizo firmar un nuevo contrato que los deja libres de responsabilidad ante los pagos y conceptos insatisfechos para la anterior empresa”.
Ahora están estudiando qué validez legal tiene eso porque consideran que no se ajusta a la normativa vigente. En el aeropuerto de Girona hay una sesentena de trabajadores en esta situación. Son vigilantes de seguridad privada, encargados de examinar las maletas y el equipaje de los usuarios así como del centro de control, junto con auxiliares que comprueban los billetes de los pasajeros que embarcan.
Soalleiro lamenta que se tengan que encontrar en una situación así en un plena campaña de Nadal y con unos días donde hay mucha actividad en el aeropuerto.