Los responsables de Seguriber, la empresa contratada por Madrid Espacios y Congresos (Madridec) para la seguridad externa del Madrid Arena, declaran mañana en la quinta sesión del juicio por la trágica fiesta en la que murieron cinco jóvenes por una avalancha humana el 1 de noviembre de 2012.
El primero en responder a las preguntas del fiscal será el jefe de equipo de Seguriber José Antonio Díaz, a quien el fiscal acusa en su escrito de dar la orden al vigilante de seguridad Segundo Pupuche para que abriera el portón por el que se colaron 3.000 personas procedentes del botellón exterior en apenas veinte minutos.
Afirma el fiscal que Díaz ordenó la apertura del portón tras recibir una llamada de Francisco del Amo, coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec, quien previamente lo había acordado con el número 2 de Diviertt, Santiago Rojo.
La pasada semana, Rojo negó que diera la orden de abrir el portón y acusó directamente a Del Amo, pero éste lo desmintió en reiteradas ocasiones.
"Yo no he dado esa orden porque nadie en ningún momento de la noche me pide que se abra el portón de cota 0", dijo Del Amo que insistió: "Yo no puedo decir a nadie que abra el portón 0".
Los siguientes serán los dos coordinadores jefe de Seguriber: Juan José París Nalda y Raul Monterde, encargados de coordinar la seguridad dentro y fuera del recinto, y de comprobar que todos los vigilantes de seguridad ejercieran correctamente sus funciones.
Según el escrito del fiscal, ambos "omitieron imponer el cumplimiento de las medidas de seguridad permitiendo que la gente continuara entrando sin control alguno, que se abrieran indebidamente vías de evacuación y que gran parte de los vomitorios permanecieran cerrados".
Pero también que "en el interior del pabellón permaneciera un número de asistentes muy superior al permitido, que no se cumpliera el aforo por plantas así como que el encargado del cuarto de cámaras, Roberto Mateos, se ausentase de su puesto de trabajo durante largos períodos de tiempo".
