Les permitirá vigilar el exterior de las prisiones e iniciar investigaciones privadas. Se crea un nuevo Registro Nacional de Seguridad.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, presentó este viernes ante el Consejo de Ministros el anteproyecto de ley de seguridad privada, que vendría a sustituir a la norma legal que rige desde el año 1992, y en la que se dota de mayor competencias a los vigilantes de seguridad y se estrecha el cerco sobre las actividades que realizan los detectives privados.
El texto establece competencias para los vigilantes privados en funciones como los servicios de video-vigilancia privada dentro de inmuebles; la gestión y respuesta de alarmas; la vigilancia de polígonos, urbanizaciones y zonas comerciales peatonales; los servicios de planificación y asesoramiento; así como la investigación privada, una de las novedades del texto.
A esto, se une una vieja reivindicación de las empresas de seguridad privada, la vigilancia perimetral de los centros penitenciarios, siempre bajo la dirección de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Con esta nueva función, Interior pretende recolocar a los miles de escoltas que trabajaron en la protección de cargos públicos amenazados por la banda terrorista ETA en el País Vasco y Navarra, y que en el último año y medio han perdido su trabajo.
El Ministerio empezó a trabajar en este sentido en marzo de 2012, siendo un tema tratado, incluso, en el Consejo de Personal de la Guardia Civil, tal y como informó Libertad Digital. A finales de marzo, la Dirección General del Instituto Armado informó a sus Unidades de Seguridad Penitenciaria que a partir del pasado 1 de abril estosvigilantes privados ya empezaban a trabajar en 21 centros penitenciarios, en 19 de los cuales el cuerpo responsable de su seguridad es la Guardia Civil y en dos de las cuales lo es el Cuerpo Nacional de Policía.
Mayor control a los detectives
El texto normativo, exactamente en su título segundo, establece que todas las empresas de seguridad y agencias de detectives tendrán que inscribirse en el nuevo Registro Nacional de Seguridad. Asimismo, en función de la mayor o menos actividad desempeñada por la empresa, aumentarán o disminuirán los requisitos que deben cumplir para poder inscribirse.
Se estrecha, asimismo, el cerco sobre las actividades que llevan a cabo los detectives privados. Con su entrada en vigor, deberán documentar los encargos en un contrato escrito; además del libro-registro que ya llevan, habrán de elaborar un informe permanentemente actualizado, en el que conste el cliente, el encargo, los medios utilizados y los resultados obtenidos; el citado informe estará en todo momento a disposición de las Fuerzas de Seguridad y de la Autoridad Judicial; y presentarán una memoria anual de actividades al Ministerio del Interior.