El vigilante, que se encuentra detenido, robó primero una cantidad menor de droga que fue vendiendo a pequeña escala hasta que le solicitaron la información necesaria para perpetrar el robo de una tonelada de hachís.
Cuatro meses después de que se produjera el robo de una tonelada de droga que se encontraba almacenada en la sede de la Aduana de Huelva, se ha procedido a levantar el secreto de sumario de este caso, por el que permanecen en prisión cinco personas de las 16 que fueron detenidas. El subdelegado del Gobierno en Huelva, Enrique Pérez Viguera, y el comisario jefe provincial de la Policía Nacional, Antonio Placer Brun, comparecieron ayer en rueda de prensa para dar a conocer nuevos datos de la investigación. De esta forma, se ha sabido que el vigilante de seguridad que custodiaba el edificio, que llevaba más de 12 años en plantilla destinado en ese puesto, fue “coaccionado y amenazado con fuerza física” para que cooperara en el robo de la mercancía.
Así, días antes del suceso, los cabecillas de la banda le llevaron a un descampado en las afueras de Huelva tras encerrarle en el maletero de un vehículo. Una vez allí le amenazaron de muerte e incluso le dijeron que harían daño a su familia si no accedía a la petición de información clave para llevar a cabo su plan, que se desarrollaría de forma milimetrada en la madrugada del primer día del año, coincidiendo con las campanadas de Nochevieja y sustrayendo la mercancía en poco más de tres minutos.
Los asaltantes localizaron al empleado de seguridad del edificio porque éste robó previamente unos 100 kilos de hachís, que “iba vendiendo en un principio a pequeña escala”. Pero, según ha explicado el comisario, contactó con otras personas para que le ayudaran en la venta de la droga “subiendo hasta cinco escalones” y recurriendo ya a traficantes de la provincia de Sevilla, que actuaban a nivel regional en toda Andalucía. Fue entonces cuando éstos quisieron comprobar de dónde venía esa droga y comenzaron a idear el robo de las sustancias almacenadas, que habían sido previamente requisadas por la Policía en varias operaciones contra el narcotráfico desarrolladas en la provincia de Huelva.
Cabe destacar que en el momento del robo, a las doce de la noche del 31 de diciembre, las instalaciones de la Aduana no contaban con vigilancia presencial y que las cámaras de grabación permanente del edificio poca luz pudieron aportar para el esclarecimiento del caso ya que los individuos actuaron cubiertos con pasamontañas. Placer Brun, que ha destacado la colaboración de la Guardia Civil y de la Policía Local de Huelva, ha informado además que el propio vigilante de seguridad se acercó a la Aduana cuando los agentes se encontraban realizando la inspección ocular por lo que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado sospecharon desde el primer momento que el robo de la droga se había llevado a cabo con “ayuda de dentro”.
En la denominada Operación Campanada, que aún continúa abierta, se han producido hasta el momento 16 detenciones, 10 registros en viviendas situadas en diferentes zonas de la capital onubense y en las provincias de Sevilla y Cádiz y la intervención de tres vehículos de alta gama, sustraídos los días inmediatamente posteriores al robo de la droga. El comisario informó que continúan en prisión seis detenidos y que aún no ha sido localizado el principal cabecilla de la banda, que se encuentra identificado pero no arrestado. Con respecto a la mercancía robada no se ha podido encontrar nada pues “ya estará todo vendido y fumado”, según subrayó Placer.
En esta operación, una de las más importantes llevadas a cabo en la provincia de Huelva, el análisis de los restos de ADN encontrados en el edificio fue fundamental para la localización de los detenidos. Lo que sí quedó en entredicho fue la seguridad de los edificios donde se almacena la droga incautada ya que no es la primera vez que se produce un robo de estas características. En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Huelva, ha indicado que en estos momentos se está habilitando otro espacio para depositar la droga incautada, algo que también se hará en otras provincias en las que estas sustancias serán trasladadas a otros edificios antes de ser incineradas tras la correspondiente orden judicial.