Lo que ha encontrado la Policía de Bogotá parece de no creer. Empresas de vigilancia están adoptando una modalidad de adquisición de armas en el llamado “mercado negro”, una actividad que tiene preocupadas a las autoridades.
En mayo del 2016 el comandante de la Policía de Bogotá, general Hoover Penilla, dio a conocer que habían incautado 32 armas de empresas de vigilancia con sede en Bogotá. En ese momento el grupo antiterrorismo de la Sijin, que se encargó de la investigación, estaba lejos de conocer lo que realmente ocurría.
Con el paso de los días los investigadores de la Policía de la Sijín establecieron que la adquisición de las armas no era una práctica exclusiva de una empresa. Los investigadores encontraron cómo los propietarios de algunas compañías se han abasteciendo de armamento de dudosa procedencia para entregárselo a sus vigilantes.
Así está establecido en al menos ocho carpetas en las que se han consignado centenares de evidencias que han recogido los investigadores de la Policía a lo largo de los últimos meses.
En los folios de la investigación, que fueron conocidos por Semana.com, se ha establecido el modo en que las empresas adquieren las armas. Todas las compran en el mercado negro por valores irrisorios. Por ejemplo, un revólver calibre 38 puede costar entre 400.000 y 500.000, mientras en Indumil, la empresa encargada de la entrega legal, esa misma arma puede alcanzar los 2,8 millones de pesos. Los bajos precios son la principal razón por la cual las empresas las adquieren.
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