19 de diciembre de 2013

Seguridad privada para los centros penitenciarios

El fin de la actividad armada de ETA en 2011 con su comunicado y la crisis económica que estamos pasando desde hace ya unos años ha hecho que desciendan el número de personal privado destinado a labores de escolta, por lo que ante esto, el Ministerio del Interior ha decidido crear una “experiencia piloto” impulsada por la Secretaría de Estado de Seguridad, que servirá para evaluar la validez de sus servicios de vigilancia en el perímetro de los centros penitenciarios. 
 
Una posibilidad que empezó a hacerse realidad en abril de este año 2013, y que durará 9 meses, para la gran mayoría de las prisiones se han designado dos puestos que han de ser cubiertos todos los días de la semana durante las 24 horas.
 
Los centros penitenciarios se convertirán en 2014 en un nuevo ámbito de actuación para la Seguridad Privada. Varias empresas del sector han participado en este iniciativa y del resultado dependerá que se extienda esta práctica al resto de presidios de España.  
 
Los vigilantes de seguridad privada están situados en el perímetro, donde realizan labores complementarias a la Guardia Civil o al Cuerpo Nacional de Policía, realizando tareas específicas como el control de las puertas (accesos, intrusiones), vigilar desde puestos fijos y garitas observando el entorno y operar los sistemas del circuito cerrado de televisión a través de los monitores.
 
Una remodelación sin precedentes que lleva servida en la mesa desde mediados de este año, la intención del Gobierno es comprobar si funciona el cambio y si los nuevos trabajadores son capaces de desempeñar estas tareas que no son cualificadas. De ser así, el Ejecutivo se plantea, a largo plazo, liberar a uniformados de sus tareas en las cárceles.