Se habla mucho, y mal, de seguridad privada y vigilantes de seguridad. Hay que diferenciar entre ley de seguridad privada y ley de seguridad ciudadana. La ley de seguridad privada española fue una de las primeras de UE en este campo, todo un logro en su día, pero ya tocaba modificarla. A los vigilantes de seguridad nadie les regala la placa, sino que tienen que superar pruebas físicas y de conocimientos ante los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Hay quien afirma que los vigilantes españoles son los mejor formados de la UE. Todo ciudadano, según la ley, tiene derecho a detener a otro bajo unas determinadas condiciones y circunstancias; qué menos un vigilante de seguridad con conocimientos y acreditaciones mayores que las de cualquier ciudadano.