El número dos del Ministerio considera que el proyecto de ley propone un nuevo "marco legal sólido" para un "servicio público esencial"
El número dos del Ministerio del Interior ha admitido abiertamente que la aprobación de una nueva Ley de Seguridad Privada, que permitirá a los vigilantes cachear y detener en la calle, tiene entre sus principales objetivos ayudar a consolidar ese sector económico que ha sufrido dificultades durante la crisis. Lo ha dicho en un acto organizado por una empresa de seguridad privada.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, asegura que la intención del Ejecutivo con la nueva ley recién aprobada en el Congreso pretende ayudar a consolifar el sector de la seguridad privada" y alcanzar la meta ambiciosa de "coordinar seguridad pública y privada".
En palabras del número dos de Interior, el Gobierno tiende la mano para que el marco legal beneficie a todos ya que "conectar lo público y lo privado supone una muestra de sensatez". El secretario de Estado hacía estas declaraciones en la presentación de la revista Seguritecnia, ante 300 repreentantes de empresas del sector. "Lo que no debemos hacer en el ámbito de la seguridad es tomar falsos atajos o ir trampeando. Por eso, si no hay seriedad y adaptación a los nuevos tiempos, todo el sector lo sufrirá", ha dicho durante la ceremonia de entrega de los Trofeos de la publicación. Martínez, como ha hecho en otras ocasiones el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, subraya que estas empresas facturan 3.600 millones de euros año y dan empleo a 90.000 personas y agrupa a 1.500 empresas.
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