Un agente de seguridad fue atacado por varios hombres en la estación de Glories
El metro de Barcelona no pasa por su mejor época. Tras verse inmersa en numerosas jornadas de huelgas de los trabajadores, ahora en poco menos de una semana se ha producido la segunda agresión a un vigilante de seguridad. Si el pasado miércoles un agente resultó herido al intermediar en una pelea en el andén, ayer sobre las siete de tarde otro vigilante sufrió la violencia de unos jóvenes en la estación de Glòries.
Según detalla Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) a ‘La Vanguardia’, tres chicos con edades comprendidas entre los 21 y 25 años estaban ayer tarde jugando con una pelota dentro de la estación. Después de que el balón se les cayera varias veces a las vías y saltaran a por él, el vigilante de seguridad decidió actuar para frenar la infracción. El agente se acercó a los jóvenes, pero estos trataron de huir en un primer momento. Acto seguido, y al verse con superioridad numérica, la emprendieron a golpes con el vigilante.
Los chicos propinaron una serie de puñetazos y patadas al hombre, causándole numerosas contusiones por el cuerpo y la cara. Aunque todo son heridas leves, según TMB.
Una usuaria del metro de Barcelona pudo captar con su teléfono móvil el momento en el que los tres jóvenes golpean al vigilante de seguridad. En la imagen, aunque se vea borrosa, se aprecia como uno de los agresores tiene cogido el balón mientras detecta que les están tomando una foto. En el mismo escenario aparecen tres personas más que se quedan mirando sin actuar, hecho que denuncia la propia usuaria en su Twitter: “El de seguridad siendo apalizado y sólo nos atrevemos a gritar, llamar a la policía y fotografiarlo”
Los Mossos d’Esquadra pudieron detener sólo a uno de los agresores allí mismo y se le acusa de “atentado contra los agentes de seguridad”, según relata la policía catalana. Los otros dos jóvenes lograron darse a la fuga.
¿Cómo frenar la ola de violencia en el metro?
Marea Negra por la seguridad privada es una asociación que solicita sin cesar la modificación en el reglamento para que estos agentes estén más protegidos. El vicepresidente de esta agrupación, José Antonio Carbonell, es uno de los más críticos con los recursos que disponen en la seguridad privada y solicita que se depuren responsabilidades tras los últimos actos incívicos.
“No es de recibo que sucedan estas agresiones a diario y no se actúe. ¿A qué están esperando, a que se muera algún compañero? Se están jugando la vida por poco más de 900 míseros euros”, comenta Carbonell a ‘La Vanguardia’. Además, añade que los trabajadores de la seguridad del metro se enfrentan cada día a “un submundo donde transitan miles de personas al día. No tienen por escrito nada de protocolos de actuación. Tienen medios obsoletos y están muy desprotegidos”.
“A estos agentes privados los están metiendo en lugares públicos como el metro donde no queremos estar. No estamos debidamente formados y equipados. Además, el gobierno lo que demuestra con sus actuaciones es que matar a un vigilante de seguridad se paga sólo con unos cinco años de cárcel y ya está”, sentencia el vicepresidente de la asociación Marea Negra.