Manuel Merino hizo un curso para manejar el dispositivo: "Nunca pensé que lo fuera a utilizar y espero no tener que volver a usarlo"
Un vigilante de seguridad de la empresa Segur Ibérica que presta sus servicios en el complejo industrial de Ence-Pontevedra, Manuel Merino Ferreiro, salvó el pasado sábado la vida de una mujer gracias a sus conocimientos en maniobras de reanimación y al uso de un desfibrilador. La actuación de este vigilante de seguridad y su compañero fue clave, según los servicios médicos, para que esta mujer que sufrió un grave problema cardíaco pudiera salir adelante. "Yo sinceramente pensé que no había hecho nada, pero luego los familiares nos confirmaron que, según los médicos, si no fuera por nosotros esta mujer ahora no estaría con vida", explicaba ayer a FARO el propio Manuel Merino, vecino de Pontevedra.
Ocurrió a las 7.45 horas del sábado cuando el vigilante de seguridad acudió en respuesta de un aviso de socorro enviado por el personal auxiliar de Ence. Según él mismo explica, la víctima era la mujer de un transportista de Elnosa que permanecía en un vehículo aparcado en el exterior del complejo mientras su marido se acercó un momento a la portería. "Cuando volvió al coche ya se encontró a la mujer con un infarto", explica este vigilante de seguridad. "Fue ahí cuando nos avisaron", añade, "en el momento en el que yo llegué ya la habían tendido en el suelo y estaba fatal..., inconsciente, no respiraba, estaba morada..., fue algo totalmente horrible".
Sin embargo, esta situación no pudo con los nervios de Manuel Merino que rápidamente reaccionó. Se hizo con un desfibrilador que tienen en el coche y actuó. "Comenzamos a realizar maniobras de reanimación y conectados el desfibrilador, le dimos varias descargas y a la segunda o a la tercera reaccionó y comenzó a respirar", explica. "Luego la intentamos mantener estable hasta que ya llegó la ambulancia", añade.
Merino explica que el desfibrilador forma parte del equipamiento que llevan en el coche patrulla de la empresa Segur Ibérica para la que trabajan. Aunque la propia firma se ha encargado de impartir cursos y actualizar su formación de primeros auxilios, este trabajador con más de 30 años de experiencia en el sector, destaca que fue él quien se interesó por acudir a Madrid a recibir un curso específico en el uso de un desfibrilador. "Lo hice porque lo llevamos siempre en el coche y me daba rabia tenerlo y que no lo supieras usar", explicaba ayer. Además, dice ser consciente de que, por el tipo de trabajo que realiza, no es difícil que se pudiera encontrar con una situación de este estilo, de ahí la necesidad de formarse. Con todo, reconoce que la del sábado fue "la primera vez que lo utilizaba, nunca pensé que lo fuera a necesitar y menos mal que lo teníamos", explica. Eso sí, añade que "ojalá que no tenga que volver a usarlo porque el trago que pasas es bastante malo", afirmaba ayer.