La colsión de un furgón blindado con un turismo de color blanco que tuvo lugar minutos después de las cuatro y media de la tarde se saldó con algunas retenciones en las siempre saturadas de tráfico Ramblas de Santa Cruz de Tenerife y, felizmente, sin que haya que lamentar daño personal alguno.

Al verse involucrado un vehículo de seguridad privada destinado al transporte de dinero, el protocolo a tal efecto funcionó a la perfección y en apenas unos minutos la presencia policial fue notoria en la zona, ya sea efectivos de la Local ya de la Nacional.
Sirva como anécdota apuntar que el considerable número de policías junto al furgón accidentado desató el incierto rumor de un supuesto atraco que no era tal sino, simplemente, un percance automovilístico que no pasó del susto.