La Policía Nacional movilizó a la unidad de explosivos después de que una turista de 26 años abandonara su equipaje y se marchara de la terminal
La alerta se desató ayer en la estación intermodal de Palma después de que hallaran una maleta abandonada en mitad de la terminal de buses. Los cuerpos de seguridad se movilizaron ante la posibilidad de que contuviera en su interior un artefacto explosivo. Sin embargo, se trató una falsa alarma.
Poco antes de las 13.30 horas, un conductor de autobús avisó a los encargados se seguridad de la estación tras ver que una mujer dejaba una maleta en medio de la zona de autobuses y se marchaba. Los vigilantes de seguridad reaccionaron con rapidez y contactaron con la sala de cámaras. Allí vieron cómo la propietaria de la maleta no era una pasajera que hubiera bajado de un bus, sino que había entrado expresamente a la estación para abandonar su equipaje.
En ese momento se encendieron las alarmas. Los vigilantes llamaron al Cuerpo Nacional de Policía, desalojaron la terminal y desviaron los autobuses a la antigua estación de Eusebi Estada.
En pocos minutos se movilizó también la Policía Local para desviar el tráfico y llegaron los miembros de los Tédax, especializados en la desactivación de explosivos. Con la ayuda de perros, comprobaron que no había explosivos y reabrieron la estación hacia las 14.45 horas, una hora después.
A las 15.30 horas apareció una turista extranjera de 26 años en la estación, que denunció a los vigilantes de seguridad que le habían robado la maleta.
Tras hacerle varias preguntas, los vigilantes de seguridad comprobaron que ella era la persona que dos horas antes había abandonado el equipaje en la terminal de autobuses. Le explicaron que su actuación imprudente había sido grabada por las cámaras de seguridad y le tomaron los datos por si en el futuro se decide presentar una denuncia contra ella.