El atacante era un desconocido que estaba haciendo aguas mayores en el pasillo del metro.
Empujó a la mujer varias veces a la vía y no dejó de insultarla llamándola "puta" y amenazándola.
Ya en el vagón siguió amenazándola de muerte y dándole manotazos delante de los pasajeros.
Laura es una joven que ha publicado en Twitter el ataque que sufrió por parte de de un desconocido este sábado por la mañana de camino a un hospital antes de trabajar.
La víctima asegura en un tuit (que ya ha sido difundido casi 3.000 veces) que le ocurrió en la estación de Manuel Becerra (línea 2) y que a pesar de llamar a un interfono cinco veces y de estar repleto el andén no obtuvo ayuda.
Laura no sólo denuncia la falta de seguridad en una estación de metro tan concurrida, sino también la omisión de ayuda del resto de los demás viajeros: "No entiendo a esa gente que miraba en vez de actuar", ha escrito en Twitter.
Según la agredida, todo comenzó cuando se encontró a un desconocido haciendo sus necesidades en el pasillo del suburbano y al verla pasar el susodicho le gritó: "Guapa, ¿Te gusta mi polla?", a lo que la víctima según su propio relato le respondió que era un asqueroso.
Al parecer, y simpre según el testimonio vertido en la red social, el atacante la siguió hasta el andén y la empujó varias veces hacia la vía del tren, aunque afortunadamente en ese momento no pasaba ningún tren.
La agresión no quedó ahí y el hombre la siguió increpando gritándole cosas como: "¿Qué pasa, que vas a limpiar tú el puto metro, cacho de puta?" El agresor, además, al ver que no venía ningún miembro del personal de seguridad ni ningún viajero a ayudar a la chica aumentó el tono violento y la amenazó con rajarla a ella y a toda su familia, todo esto pegándole manotazos y agarrándola de la ropa.
Te corto el cuello. Tú estás muerta.
Ya en el vagón del metro, este hombre la siguió hasta Diego de León y no dejó de amenazarla ("te corto el cuello", "tú estás muerta") y gritarle delante del resto de pasajeros, a pesar de que la chica avisó al conductor al ver que sus llamadas de socorro en el interfono no habían servido para nada. Un vigilante de seguridad lo desalojó a la fuerza en la estación de Diego de León.
Laura narró la agresión en Twitter, logrando que el caso que no le habían hecho en el andén se lo hicieran a través de una pantalla, paradójicamente.
Sus tuits han tenido la gran repercusión que no obtuvieron sus gritos y hasta la cuenta oficial de Metro de Madrid le ha respondido que trasladaron la incidencia a seguridad. ¿Hacemos más caso a las redes sociales que a una agresión en vivo y en directo? ¿Sirve esa actitud de algo una vez ya se ha cometido una agresión?