El Sindicato de Estudiantes ha remitido una carta a la atención de la edil de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, en la que ponen de manifiesto, entre otros, que en la caseta que linda con la del citado sindicato "los afiliados que trabajamos de forma voluntaria tuvimos que soportar las amenazas e insultos" por parte de la seguridad privada de otra caseta.
El escrito, que se ha registrado este jueves, ha sido presentado por el Sindicato de Estudiantes y apoyado por el portavoz del grupo municipal IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, y por Remedios Ramos, en calidad de miembro de la dirección local de Izquierda Unida.
Asimismo, en la carta se indica que en este supuesto incidente la seguridad privada "llegó a amenazar a compañeros menores de edad en medio de una pelea que se había formado en su propia caseta".
Por ello, han trasladado esta "preocupación", ya que, añaden, "creemos que el Ayuntamiento es el responsable último de la seguridad e integridad de la Feria" y han exigido "cortar con este tipo de actitudes, comportamientos y prácticas que perjudican a todos, cerrando las casetas que lo fomentan, protegiendo así estas fiestas y el ocio que ofrecemos las casetas a la gente que viene a disfrutar de la Feria".
De igual modo, precisan que, como han señalado en otras ocasiones, "desde el Sindicato de Estudiantes hemos defendido en las tres décadas que llevamos participando ininterrumpidamente en la Feria unas fiestas populares", con "presencia de peñas, verdaderas asociaciones y organizaciones vecinales y políticas". "Este tipo de Feria, con un ocio sano para jóvenes y mayores malagueños y de fuera, es con el que nos identificamos las organizaciones firmantes".
No obstante, han lamentado que "no podemos reconocernos en el modelo de Feria que, desde hace años, ha impulsado el Ayuntamiento" añadiendo "a las tradicionales zona familiar y de la juventud una zona privilegiada en cuanto a normativa y condiciones que es la zona comercial".
Al respecto, han criticado que esta zona "ha sido regalada a los empresarios dueños de las grandes discotecas que han instalado su modelo de Feria, extendiendo su negocio al Real desplazando a peñas, asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro".
"Este es el resultado de un modelo de feria privatizada, donde la seguridad también es un negocio, un servicio que se contrata y que sirve a los intereses de su contratante", afirman en el escrito, al tiempo que añaden que "en toda la zona de casetas-discoteca encontramos a este tipo de seguridad privada que lejos de garantizar una Feria sana y pacífica, fomenta el machismo, racismo y agresiones varias que hemos tenido que sufrir estas últimas ediciones".